jueves, 16 de diciembre de 2010

Una noche estúpida y loca+cuatro chicos = Limpieza profunda

Uuuuuuuuy! Santos blue meanies! Tanto tiempo sin subir nuevo cap. pero es que he estado castigada, y pues si tomaba la compu a escondidas, pero no había tiempo de subir el nuevo cap.

Los cuatro seguían desparramados en el suelo, dormidos, casi muertos del cansancio; iban a dar las dos de la tarde, la única cosa que se movía era una mosca que se paraba en la cena de hace dos días... la casa era un desastre.
Ringo se despertó primero, el se quedó dormido en la mesa de centro de la sala, miró a su al rededor con los ojos entrecerrados, se paró lentamente y subió para tomar un ducha, el agua estaba algo fría, pero agradable, el agua lo reconfortó al instante, al momento de tallarse hacía gestos de dolor, anoche no se había percatado de que tenía algunos moretones en la espalda y pecho; terminó y fue al espejo del baño, su rostro estaba pálido, un ojo morado, un rasguño en la mejilla izquierda, y moretones en el resto del cuerpo.
-¡Que jodida!.- murmuró para si mismo.- Estúpido grasiento.- Pensó que podría usar sus golpees como marcas de valentía para conquistar chicas.
Cuando salía del baño se sobresalto por que escuchó que alguien gritaba.
-¡AAAAAAH! ¡Despiertenseeeeeeeee!.- gritó John, tenía la voz ronca que acostumbraba tener por las mañanas.
Ringo no le dio importancia y se fue a cambiar, uso lo primero que encontró, unos pantalones de mezclilla gastados y un playera negra. Bajó las escaleras y vio que John estaba sentado viendo la televisión, Paul tomaba té y George trataba de jugar solo Monopoly.
-Chicos, jueguen conmigo.- decía George.
-Nunca jugaría contigo.- contestó John.
-Bueno, ¿y tu Paul?.- preguntó esperanzado.
Pero Paul solo se limitó a señalar su taza de té. Ringo se sentó a lado de Paul.
-Fiu fiu.- silbó Paul.- ¡Que galante se ve usted Rinchard!.- dijo Paul divertido.
John volteó a ver a Ringo  y puso cara de tranquilo.
-Santa jodida que te han dado.- dijo John.
Pero Ringo solo contestó con un seco "Aja".
-La casa es una mierda.- dijo George mientras guardaba el Monopoly.
-Tu eres una pequeña mierda, y nadie te esta criticando, así que deja a la casa en paz.- dijo Paul.
-Bueno, viéndolo bien, la casa si es una mierda, un asco.- dijo John mientras observaba al rededor.
-Deberíamos limpiarla... a fondo.- dijo Ringo.
-Ah, no empieces con eso, eres mas fodonga que la tía Mimi.- dijo John riendo.
-Por lo menos hay que limpiarla... por las chicas.- dijo Ringo tratando de que cambiaran de opinión.
-Esta bien, voto a favor.- levantó la mano Paul.
-Igual.-
-Que va... hay que limpiar la casa.- dijo John con tono fastidiado.
Se pararon, y vieron todo lo que había al rededor, cuerdas de guitarras y bajos rotos, estuches, platillos de batería, una baqueta partida a la mitad, partituras de canciones, restos de comida, bolsas de té, ropa, zapatos, latas de cerveza, incluso un cartón de leche, y billetes de mentira del Monopoly de George; y eso solo era en la sala, faltaba la cocina, las habitaciones y el baño... también el patio delantero y trasero.
-Wow.- dijeron todos a coro.
Ringo fue el que comenzó, y luego los demás siguiéndole.
Ringo amontonó la ropa en un cesto, Paul tomaba las cuerdas rotas, Goerge recogía como si fuesen un tesoro los billetes del Monopoly y John tomaba las bolsas del té.
Paul observa con cuidado, con detenimiento las cuerdas rotas.
-¿Que tanto le vez a las cuerdas?.- preguntó George.
-Me pregunto que sí las siembro... crecerá un árbol de cuerdas rotas... ¿o no saldrán rotas?.- dijo pensativo.
-Suerte que eres bonito.- dijo John mientras ponía las bolsas de té en sus axilas.
-¿Y tu por que jodidos pones las bolsas de té debajo de tus axilas?.- dijo Ringo con un tono exageradamente inglés.
-Por que son de limón.- contestó John.
-¿Y...?.-
-Pues no me gusta usar desodorante, y se nos acabaron los limones... y pues el té es de limón.-
-Buena idea.- dijo Paul guardando las cuerdas en sus bolsillos.
-¿Que habrá debajo de los cojines del mueble?.- dijo George.
-Mierdas.- contesto John.
-El bigote de Hitler.- dijo Paul tocando el escaso pelo que poseía como mostacho.
-¡Ay Paul! tu ni siquiera tienes pelo en...- dijo Ringo.
-Algún día tendré barba.- dijo Paul tocándose las mejillas. 
-Pues yo creo que ahí esta las bragas de la tía de John.- dijo George.
-Mi tía no usa bragas, ella prefiere al natural.- dijo John riendo.
-¿Quien se atreve a quitar los cojines?.- 
Todos quedaron en silencio viendo el mueble, como si pudiese comerlos de un solo bocado, lo veían con repulsión y con caras curiosas.
-Yo la abriré.- dijo Paul en voz baja.
-Pero tu hermosa cara... bueno si, ve tu.- dijo la última frase mientras lo empujó John.
Paul se acerco lentamente al mueble, tomó unas pinzas de cocina y levanto el cojín a gran velocidad. Se le escapó un gritito.
-Jajaja ese es el grito mas gay que he escuchado en mi vida.- dijo John.
Paul sólo se limitó a "pelar" los ojos y le indicó que se acercara.
-¿Que? ahí esta "la cosa".- preguntó John en tono serio.
-Si.- contestó Paul con la voz aguda.
-¿Que cosa?.- preguntó Ringo parándose de puntas, pero John y Paul se pusieron frente al mueble para tapar "la cosa".
George dio un paso y arrugo la nariz y retrocedió tres pasos repentinamente.- Wow, santa mierda que tienen ahí... tenía gripe, y gracias a ese olor infernal se me ha destapado la nariz... ¡Alabados sean los olores de mierda!.- 
Pero Paul y John ignoraban todo y hablaban rápidamente pero en voz baja. 
Entre Paul y John: 
-Yo pensé que nos habíamos deshecho de "la cosa".- dijo Paul.
-Yo también... ¿y si era cierta nuestra teoría?.- dijo John echándole un vistazo a "la cosa"
-Pues han pasado una semana... yo creo que la cólera será menos, ¿no lo crees?.- 
-Tal vez, pero sí se enojan con nosotros haremos un dúo y seremos los mejores músicos de todos los fregados tiempos.- dijo John.
-Dos talentos bastan... pero.. ¿quien lo dice primero?.- dijo Paul sonriendo.
-Oh mi Paulie, mi pequeña mierda, se que estas asustado pero... yo lo diré.- dijo John tocando el hombro de Paul.
Se dieron la vuelta y tomaron una gran bocada de aire.
Entre todos:
-Bueno chicas... Paul y yo tenemos algo que decirles.- dijo John mientra reía pero de una extraña manera.
-¡JA! pagame George, te dije que si eran gays.- dijo Ringo y extendió su mano para que George le pagará.
-Esta bien.- dijo George de poca gana mientras sacaba el dinero de su bolsa.- No volveré a apostar, siempre pierdo.- 
-No, no somos gays... al menos yo, a John lo tengo bajo la lupa.- dijo Paul.
.Ay, te dije que no dijeras nada.- dijo John mientras se movía "femeninamente".-
-Bueno ya, dejen sus jotadas y digan eso de "la cosa".- dijo Ringo.
-Ah si, la cosa que íbamos a decirle es... dile John.- dijo Paul mientras le daba un codazo.
-Bueno, chicos...¿recuerdan a la mascota y al código secreto de la noche?.- dijo John.
-Si.- contestaron Ringo y George intrigados.
-Bueno... pues aquí están... los dos... uno muerto y otro vivo.- dijo Paul mientra él y John se hacían a un lado para que pudieran ver lo que había debajo del cojín.
-Ah.- dijeron George y Ringo con una extraña mezcla de desanimé, felicidad y confusión.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOO! ¿QUE LE HICIERON A "ESPINITAS SUAVECITAS"?.- gritó Ringo mientras lloraba e iba hacía el sofá y tomaba con delicadeza a  "la cosa". "La cosa" era un puercoespín... bueno, al menos eso era, tenía un olor infernal, la piel aguada y comenzaba podrirse.  Ringo lloraba como un niño, sus enormes ojos azules se llenaban de lagrimas, y la nariz se le tornaba de un tenue rojo.
-¿Como es que paso esto?.- dijo Ringo sollozando. 
-Ammm.- Paul hacía ademanes.- Bueno, Ringo, mi pequeño Richard, pues son cosas de la vida... y la vida se acaba... y eso le paso a Espinitas Suavecitas, mejor conocido como Agujitas.- tartamudeaba mucho, y ponía mirada de compasión, pero sus labios revelaban una leve, muy poco, una sonrisa burlona que no debía ser notoria.
-¿Como murió?.- dijo Ringo sollozando aún.
George pensó que esto se ponía bueno, así que fue por una cerveza y se sentó en el suelo a observar todo.
-No seas tonto, alguien vivo tiende a morir, y pues tu cosa esta muerta.- dijo John en tono burlesco pero con la esperanza de que Ringo sonriera. 
-Específicamente... me refiero, por lo menos quiero saber cuando.- dijo Ringo recuperando la voz.
John le quito el animal, y lo cargo con repulsión, se le quedo viendo, lo toco, lo olió y lo devolvió a Ringo.
-Pues, según yo y mi memoria... fue hace... como... una semana, tal vez una semana y media.- dijo John.
-Ah si, lo recuerdo.- dijo Paul perdiendo la vista con aire soñador.
Flashback:
Paul y John corrían por toda la casa a gran velocidad si motivo alguno, Ringo y George no estaban. 
Entraron a la sala jadeando por que llevaban mucho rato corriendo.
-¡Uy! Eso si estuvo bueno.- dijo Paul.
-No, eso si que es no tener nada que hacer.- dijo John secando el sudor de su frente.
-No, eso si que es raro.- dijo Paul, al parecer dijo eso por que los dos estaban en ropa interior, Paul con un sombrero de pirata, John con un bigote falso, y que eran las dos de la mañana y corrían al rededor de la casa sin motivo alguno.
-Te garantizo que no será la mas grande estupidez.- dijo John rascándose el trasero. 
-¿Que? ¿Se esta sacando la "galletita" señor Lennon.- dijo Paul con una sonrisa burlona. 
-¿Eh?.-
-¿Que si te estas sacando el calzón que se te ha atorado en el trasero?.- contestó Paul.
-¡Oh! La Reina estaría avergonzada de usted señor McCartney.- dijo John haciendo mas notorio su acento inglés.
-Oh, lo se, por eso nos hemos divorciado.- dijo haciendo lo mas exagerado su acento inglés.- Ahora ya no quiere tomar el té conmigo.-
-Oh, que atrevimiento de parte de ella.- dijo John.
-Son las 2:37 a.m.- dijo Paul consultando su reloj.- Osea que que no es de noche, es de mañana, entonces, ¿hacemos lo del código de la noche?.-
-Ammm, pues no lo se, es que considerablemente si es de mañana, pero yo siempre he dicho, "si esta oscuro es de noche" pero no se si hacerlo.- dijo pensativo John.
-Yo creo que si hay que hacerlo.-
-Que va... hagamaslo.-
-Bueno, paso número uno: salir a la calle y acortejar por cinco segundos a una chica.- dijo Paul volteando los ojos, como si eso lo fuese  ayudar a recordar con mas tranquilidad.
-Amén, así se ha escrito.- dijo John.
Salieron, y los dos pensaron que hacía mas frío de lo que tenían pensado. Saltaron la cerca y caminaron para ver si encontraban un chica para "cortejarla" durante cinco segundos, pero la regla era que no podía ser la misma chica, y para suerte de los dos pasaron dos chicas muy lindas.
John le dio un codazo a Paul y le señalo con la cabeza a las dos chicas.
-Yo escojo a la rubia, tu quédate con la castaña.- dijo John despeinando su propio cabello.
-No hay problema.-
Caminaron hacia ellas, pero ellas se rieron cuando los vieron. John rodeó a la rubia con su brazo y Paul se pusó frente la castaña.
-Hola linda.- dijo John mientras Paul se ponía a contar hasta el cinco.
-AAAAAAAAAAAAAh!.- gritaron horrorizadas las dos chicas a coro y la rubia saco una lata de laca y baño a John y a Paul de eso en los ojos.- Son unos locos.- dijo mientras corría y gritaba con voz aguda.
Paul y John chillaban de dolor, pues la laca era mas intolerable de lo que parecía, se tallaban los ojos y si tiraban en el suelo.
-¡Que mierdas ha sido eso! ¿por que lo hicieron?.- dijo John.
-Oh oh.- dijo Paul y rió exageradamente.- Es que....- reía.- estamos...jajajaj estamos... jajaja John, es que... jajajaja... estamos en ropa interior.- dijo sin poder contener la risa.
John miró a Paul y luego a él mismo, y lo que único que pudo hacer fuer tirarse de la risa junto con Paul; se rieron de si mismo durante diez minutos y se fueron corriendo como locos a la casa, no por pena a que los vieran en ropa interior, sino por que jugaban, irrumpieron en la puerta y brincaron por todos los muebles.
-¡Infierno ensangrentado!.- aullaron los dos de dolor.
-Siento espinas en mi trasero.- dijo Paul.
-Igual.- dijo John y le dio la vuelta a Paul para comprobar si tenía espinas en el trasero y como si tenía se las sacó con las pinzas de la cocina, y así mismo lo hizo Paul con John.
-¿De donde salieron esas espinas?.- dijo John.
-NOOOOOOOOOOOOOOOO.- gritó Paul.
-¿Que?.-
-Aplastamos a Espinitas.- 
-Hay que buscarlo.- 
Lo encontraron en el mueble, inerte, y con menos espinas.
-Extrañare a ese maldito bastardo.- dijo John.
-Ringo nos matará.- dijo Paul.
Escucharon la voz grave de Ringo, luego el dos portazos seguidos de un carro... George y Ringo habían llegado.
-No no no nonono, escóndelo... ¿pero donde?.- dijo John.
Escucharon el sonido de unas llaves.
-Debajo del cojín del mueble.- lo metieron y subieron a toda velocidad a sus habitaciones.
Devuelta del flashback.  
-Ammm, pues se murió de viejo.- mintieron los dos. 
-Oh, pero si solo tenía medio año.-contestó Ringo.
-Pero el cigarro acaba mas rápido con las vidas.- dijo Paul.
-Bueno, hay que hacerle un funeral.-


Bueno eso es todo.