sábado, 25 de junio de 2011

La noche mágica de Ringo y Paul.

Y en friega escribiendo nuevo capitulo :)

Eran las nueve y cuarto de la mañana, Paul iba despertando, entrecerró los ojos,  ya que la luz del día lo lastimaba, pasó su mano rápido por el cabello enmarañado, se levantó de la cama y se subió los boxers. Echó una ojeada a su cama, una sonrisa leve pero hermosa se dibujó en su rostro al ver que el pato seguí durmiendo en una pequeña almohada (si, Paul durmió con el pato). Fue directo al baño para cepillarse los dientes, y lavo su cara solo con agua. Bajó las escaleras y fue a la cocina, calentó el agua para el té, y se sentó en ropa interior a ver televisión. Minutos después su té ya estaba listo, lo sirvió, y lo tomó tranquilamente, le era relajante sentir el té caliente en su garganta. Después de un rato se aburrió de estar solo, así que fue por su pato, pero decidió no molestarlo, ya que seguí durmiendo, se dirigió al cuarto de John, vio que estaba tapado de pies a cabeza con un sin fin de almohadas; Paul se las quitó de encima bruscamente y  le susurró a John en el oído:
-¡Johnny, Johnny! ¡Despierta! Se han acabado el cereal.- lo dijo con un tono exagerado. 
-¡Pequeña mierda! ¡Lárgate! Solo estoy durmiendo, y no me molestes al menos de que seas una chica linda dispuesta a tener... bueno, solo vete Jame.- dijo John irritado, y el sueño se hacía notorio en su voz.
-Oh, esta bien.- Y Paul salió de la habitación con la cabeza baja, los brazos flojos, y con una postura encorvada, pero su expresión cambió inmediatamente cuando entró a la habitación de Ringo, el cual estaba desparramado en la cama, con su pijama a rayas, y ninguna sábana que lo tapara. Paul, se acercó a él, sin saber que hacer, pensaba y pensaba, pero nada se le ocurría, hasta que... se le ocurrió acostarse a un lado de Ringo, se tapó completamente el cuerpo, de tal manera que no hubiese señal de que el fuera Paul, se metió un pal de pelotas en el pecho. Agudizó la voz y dijo:
-Oh Richard, gracias por la noche mas maravillosa y mágica de mi vida, ¡eres tan bueno!- después de eso toco el cabello de Richard. El pequeño Ringo abrió los ojos de golpe, dejando ver un azul intenso, quedó en shock como por cinco segundos, giró la cabeza lentamente, y vio el bulto <<¡Bloody hell! no recuerdo nada, ¡¿que hice?! ¡ni siquiera recuerdo su nombre! bueno, al menos hubo acción...>> Los pensamientos de Ringo volaban y volaban tratando de recordar algo que nunca pasó. Paul sabía como estresarlo.
-Y si nuestra maravillosa noche da como fruto un hermoso bebé, ¿como lo llamarías?- dijo Paul con voz melosa (sin dejar de agudizar).
Ringo tragó saliva imaginando las posibilidades de ser padre. Paul sabía las cosas que pasaban por la cabeza del pobre Richard en ese momento, así que decidió seguirle.
-Sí es una niña se puede llamar Martha, y si es varón, podrá llamarse como su padre... ¡Richard!- la cabeza de Paul volaba para molestar a Ringo.
-Ammm, me parece buena idea.- dijo Ringo con una hilo de voz, pero ronca por el sueño.
-¡Que bueno cariño! Bueno, por mientras ve al baño, para que te laves la cara.- 
Ringo salió disparado al baño y cerró la puerta, mojó su rostro, se vio en el espejo, su cara estaba pálida, pero la duda no lo dejaba en paz, tenía que ver quien era la "chica" así que salio decidido a ver; llego al pie de la cama, levantó la sábana, pero no había nadie, él no supo si sentirse aliviado o preocupado (Paul se había ido). Bajó las escaleras y encontró a George y a Paul bebiendo té frente al televisor, Paul tenía una leve sonrisa traviesa en su rostro.
-¡Que pálido te vez hoy pequeño Richard! pero ha de ser por la acción que tuviste la noche anterior, sus gritos no me dejaban dormir. ¡Ese es mi tigre!.- dijo Paul en tono alegre, mientras rodeaba a Ringo con un solo brazo.
-¿En serio gritábamos?- preguntó Ringo intrigado, mientras tragaba saliva.
-¿Gritar? ¡uff! creo que use esa palabra por que no hay otra que sea lo suficientemente fuerte como para poder expresarla bien.- 
-Ammmm, creo que necesito desayunar algo.- dijo Ringo con voz ronca mientras iba a la cocina. 
-Si ¡reponte campeón!.- dijo Paul mientras le guiñaba el ojo.
John bajó las escaleras lentamente, bostezando, fue directo a la cocina a servirse un tazón de cereal, ignoró a todos, ya que estaba mas dormido que despierto.
-¡Buenos días solecito! Hoy te vez mas radiante que todas las mañanas.- dijo George con sarcasmo.
Pero John solo se limitó a dedicarle una sonrisa muy muy leve, casi una mueca.
-Mierda Harrison.- dijo mientras se llevaba la cuchara a la boca. Ringo salió de cocina, el pobre necesitaba olvidarse de algo que nunca pasó, así que buscó como distraerse con los chicos.
-¡Oh Dios! ¡Mi pato! ¡Esta soloooooooooooooooooo!- gritó mientras subía las escaleras frenéticamente. Llego a su habitación y vio que el pato estaba despierto, postrado en el mismo lugar, pero no dejaba de chillar. 

-Oh pequeño, no te preocupes, ya estoy aquí, ¿que tienes? ¿hambre? ¿quieres ir al baño?- preguntó Paul desesperado, lo cargó y lo llevó abajo, lo dejó en el sillón, y corrió desesperado a la cocina a tomar un puñado de cereal y lo hizo boronas, los sirvió en un pequeño plato de té y se los puso en el pico, y para el gran alivio de Paul, el pato comenzó a comerlo.
Los chicos se fueron a bañar, uno detrás del otro, durante la tarde hicieron cosas sin importancia, John golpeó a George por jugar Monopoly, Paul siguió molestando a Ringo respecto a "la noche anterior", Ringo buscaba sus baquetas, y todos se burlaron de Paul y su pato. Solo esperaban a que llegara la noche para irse a tocar. 
Decidieron afinar sus instrumentos en el club, ya iban en camino, cada quién cargando su estuche (a excepción de Ringo). 
-¡Bloody hell! Olvidé mi pedal, esperen un rato, ahorita regresó.- dijo Paul corriendo a la casa, pero la verdad es que no había olvidado su pedal, sino que fue por el pato, lo guardó en el bolsillo de su chaqueta, regresó corriendo hacía donde estaban los chicos.
-¿Donde esta tu pedal?- preguntó Ringo.
-Ammm lo guardé en la funda del bajo, bueno ¡vayámonos!-
Llegaron al club después de unos minutos. Saludaron a un par de chicos, John y George coquetearon un rato con las meseras, Ringo seguía pensando en aquella chica (que era Paul), y James estaba en detrás del escenario buscando un lugar para dejar a su pato mientras tocaban.
Los chicos subieron al escenario y conectaron sus instrumentos, Ringo solo armó la batería, George y John afinaban las guitarras con la ayuda del pedal, pero Paul nunca lo necesitó, ya que él lo hacía solo usando su oído. Los instrumentos parecían sonar bien, cada quien estaba en sus posiciones, el club ya estaba llenó y ya era hora de tocar:
-Buenas noches, somos The Beatles, y pues nos pagan para tocar, así que: ¡¡¡1,2,3,4!!!
Tocaron I saw her standing there, Hallelujah I love her so, Boys, I remember you, y muchísimas mas, ya eran las 3:45 a.m, ya había terminado su horario.
Bajaron, John, George y Ringo fueron por unas bebidas, Paul les dijo que un rato los alcanzaría, por que tenía que "buscar su plumilla". Los chicos le creyeron y se fueron, Paul se quedó a buscar al pato, y lo encontró, lo guardo en su bolsillo sin encontrarlo, ya que no le importaba que le dirían, pues de todos modos, el pato ya estaba en el club. Se dirigió a la barra, en la cual estaban los chicos bebiendo cervezas.
-¡Oh Dios! ¡¿Acaso no puedes dejar ese maldito pato en casa?!- exclamó John.
-No.- contestó Paul sereno.
-Ya nos estas hartando con ese pollo, un día despertarás, y él ya no estará contigo.- 
-Eso no sucederá, nunca lo dejo sólo.- dijo Paul sonriendo, le dio un enorme trago a la cerveza.
-Ok, cambiemos de tema, que McCharming y su maldito pollo me están cansando.-
-¡Mira!- exclamó Ringo señalando a unas chicas.
-¿Que?- preguntaron los tres.
-Esas chicas.- dijo Ringo.
-Oh si, esa uso demasiado delineador.- dijo George en tono burlesco.
-Son tres, alguien tendrá que sacrificarse.- analizó Ringo.
-¡Yo! no necesito ir detrás de suyo, son ellas las que vienen a mi.- dijo Paul acabándose la cerveza. -Vayan y hagan su "magia", o ¿acaso necesitan que yo se las traiga?.-
-Ve por ellas.- contestaron en coro.
-Esperen.- Se levantó de la barra, demasiado seguro de si mismo, les habló y ellas rieron, después señaló hacia donde estaban George, Ringo y John, ellas asintieron la cabeza y sonrieron, Paul sacó al pato de su bolsillo, y las chicas al parecer dijeron: -¡Que tierno!- Una chica (la mas bonita) le tocó el cabello de manera seductora.
-¡Hombre! ¡Yo quería esa!- dijo John a George y Ringo. 
Paul y la chica se fueron a una habitación del club, y las dos chicas fueron con los demás chicos, los cuales les invitaron unos tragos, la pasaron bien.
Después de una hora salió Paul y la chica (la cual estaba algo despeinada).
-Te veo luego cariño.- dijo Paul mientras las tres chicas se iban.
-¿Que tal gladiador del sexo?- preguntó John.
-¿Sexo? ¡De que hablas hombre! Si solo le estaba enseñando a mi patito, no me fue tan bien como Ringo anoche, por que el pequeño Richard... ¡Uff!- dijo Paul con una sonrisa hermosa.
-Aja.- contestaron los tres con sarcasmo.
-Bueno, ¿nos vamos o que? Ya es hora de que el pato duerma.- dijo Paul.
-Si, ya larguémonos.- 
Estaban demasiados cansados como para caminar a casa, así que tomaron un taxi.
Llegaron a casa, cada quién se fue a su cuarto, todos se quitaron la ropa y solo se quedaron en boxer, estaban muy cansados como para ponerse la pijama, durmieron tranquilos, sin saber que estupidez podrían hacer mañana.


No tuve mucha inspiración para este cap, y mi historia no tiene sentido por que ni siquiera se que final ponerle, siquiera tiene un tema en específico.
¡Buenas noches! Bendiciones.

jueves, 23 de junio de 2011

Paul en etapa "maternal"

Llegaron a la casa, eran como las dos de la mañana, cerraron la puerta con rapidez por que morían de frío. Todos se quitaron la ropa fría y quedaron en calzoncillos, Ringo corrió por unas sábanas para todos. Cada uno tomó una y se sentaron en medio de la sala. 
-Hey Paul, muéstranos al pato que capturaste, por tus rasguños supongo que debe de ser un monstruo.- dijo Ringo.
-Si, debe de ser gigante, como la nariz de Ringo.- mofó John.
-Creo que ahora no es buena idea.- dijo Paul con algo de pena mientras apretaba el pato que todavía seguía dentro de los pantalones, acerco la cabeza a ellos y susurró.- Es que él es tímido, tarda para tener confianza.-
George solo reía bajo y John y Ringo ponían cara de "WTF".
-Te dije que no tomaras las pastillas que nos dieron en el club, te dije que hasta que fuéramos famosos, ¡Ay McCartney!.- exclamó John.
-¿Y tu por que te ríes, Harold?.-
La sonrisa de George se desvaneció un poco, pero contestó entre risas.-¿Acaso no han visto al pato?.-
-¡Hey viejo! No hieras su orgullo, su autoestima no es muy alta, tu sabes por que, pero ya le dije que no es motivo para acomplejarse... ¡Así que no destruyas lo que he construido!.- reclamó Paul.
-¡Déjanos ver al pato!.- 
-¡Que no!.-
-Le romperé el LA a tu bajo si no me enseñas a ese pato de mierda!.- amenazó John.
-¡No, no, no! Esa cuerda no, es mi favorita.-
-Entonces déjanos verlo.-
-Esta bien... pero no lo critiquen, su autoestima no es muy alto que digamos por...- pero John lo interrumpió.
-Calla y muéstranos a ese animal del lago.- pero John al ver que Paul no respondía le quito el bulto y lo abrió... puso cara de burla, apretó los labios para ocultar la risa, pero fue inevitable y soltó la carcajada. 
-¿Que John?.- preguntó Ringo intrigado. John extendió el pantalón y cayó una cosa tan diminuta, tal vez del tamaño de una taza de té, solo se veía plumas café con un brillo verdoso, su tamaño era tan ridículo que daba risa. Ringo y John no podían dejar de reír. Paul tomó rápidamente al pato y lo puso en sus piernas y lo abrazó tratando de protegerlo, pero lo abrazó de una manera casi maternal.
Todos lo notaron, quedaron paralizados, perplejos, así que John decidió romper el silencio con una risotada, a la cual se le unieron los demás, menos Paul.
-¿Que?.- preguntó Paul sin soltar al pato.
- Has hecho la cosa mas jota de la semana, y apenas es lunes.- dijo John burlón.
-Claro que no, hice algo ecológico.- 
-Naaaa, sacar a un pato de su hábitat natural no lo es.-
-Claro que si, es que el me pidió que lo hiciera.- dijo Paul acariciando la cabeza del pato.
Todos pusieron los ojos en blanco, ni un día llevaban y Paul con su pato los comenzaba a hartar.
-¡Chicos! Mañana comeremos la cosa mas deliciosa en el mundo... la comida favorita de Paul.- dijo George.
-¿Carne asada?.- preguntó Paul emocionado.
-Nop... pato.- 
-No juegues con eso, yo nunca lo haría.-
-¡Ya ya ya! ¿como se llama esa cosa?.- preguntó Ringo.
-Todavía no se, debe de ser uno especial, uno que que se adapte a su personalidad, él es algo introvertido, así que no se muy bien como ponerle.- dijo Paul pensativo.
-Perdón sí antes dije que eras joto... eres JO-TI-SI-MO.- dijo John haciendo un énfasis muy notable en la última palabra.
-Naaa como crees, todo lo dije jugando, era solo un "bromición"- contestó Paul despreocupado, con una gran sonrisa.
-¿Que dijiste?.- preguntó Ringo con una leve sonrisa en los labios pero con algo de curiosidad.
-Que todo lo dije jugan...-
-No, eso no, la última palabra.-
-¿Cual? aaaah, ¿te refieres a la palabra "bromición?.- dijo Paul alegre.
-¿Bromición?.-
-Sip.-
-¿Y que es eso?.- dijo John.
-Del verbo " te hice una broma".- contestó Paul en broma.
-Eso no es un verbo, suerte que eres bonito.- dijo George.
-Suerte saber que lo que me dijiste es una bromición.-  le dijo Paul.
-¡¡¡Deja de decir esa palabra McCartney!!!.- gritó John.
-Naaa, yo sé que lo dices es toda una bromición.- 
-Mcartney.- dijo John amenazante.
-Lennon.- dijo Paul sonriendo.
-No me tientes a golpearte, me estas hartando con tu maldito pájaro y tu palabrita.- parecía que John sí lo decía enserio.
-¡Nunca! Yo sé que amas a mi pato, él es genial, y no es una bromición, por que mi pato es tan hermoso, yo se que cuando dices que lo odias es solo una bromición. ¡¡¡PATO, BROMICION, PATO, BROMICION, PATO, BROMICION, PATO PATO, BROMICIOOOOOOOOOOOOOOON!!!.- exclamó Paul gozoso. 
John se movió de su lugar, se abalanzó sobre Paul y lo tiró. La primera reacción de Paul fue apartar al pato para no exponerlo a los golpes.
-¡Vuelve a decir eso y veras como te va!.- gritó John que estaba sobre Paul amenazándolo con el puño.
-Claro John, no es para que te pongas así... era sólo una bro-mi-ción.- dijo haciendo énfasis en la última palabra.
Dicho y hecho, John le dio un puñetazp en la cara; por una razón muy muy extraña Paul rió mientras su cara labio sangraba.
-¡Wow! Este chico esta loco... o es ¿masoquista?.- dijo George con asombro.
-Paul deja de hacer eso, da miedo. ¿Y por que jodidos ríes?.- dijo Ringo.
-Yo creo que ríe de amor, me refiero a que, tanto es su amor por mi, que cualquier tipo de contacto físico mío (en este caso un puñetazo)  le es suficiente para ser feliz... ¡Esto si es amor!.- terció John.
-Bloody hell! ¿Como lo supiste?-
-Tantas son mis conquistas que ya se la reacción que causo en mis victimas.-
-¡Dude, no te salgas tanto del closet! cambiando de tema, ¿nos vamos a dormir, o tomamos unas cervezas?- dijo George mientras consultaba su reloj.
-Pues, no se, la verdad no quisiera ser un mal ejemplo para mi pato... bueno, la verdad no, pero recuerda que tenemos que tocar mañana, ¿lo has olvidado? Quiero reponer el sueño.- dijo Paul bostezando.
-Opino lo mismo.- dijo Ringo cuando subía las escaleras para ir a su recamara, con John, y Pual (que iba cargando a el pato) por detrás.
-Oh, esta bien, los ent...- cortó George, pues lo dejaron solo y con las luces apagadas. Subió las escaleras corriendo, pues al parecer le daba miedo lo que podría haber en la sala de su propia casa.


Se que tardé algo (DEMASIADO) para subir el capítulo, pero la verdad no se por que lo hice... bueno ¡que va! se me va la onda bien feo, y pues también me daba flojera, y no se, ocupada con la escuela, besando, ese tipo de cosas primordiales y de alguna manera inservibles ;)
Espero que les guste, bueno no, por que se que no valió la pena estos meses de espera (sí es que estaban esperando a que subiera nuevo cap.) para que al final saliera con este cap de mierda.
BENDICIONES.
p.s
Sí dejas tu comentario, es probable que no tarde en subir el siguiente capítulo. 

martes, 25 de enero de 2011

El funeral y la captura del pato.

Los cuatro chicos estaban reunidos en el patio trasero, estaban al rededor de una vieja caja de zapatos, en la cual yacía el cuerpo casi consumido del pequeño puercospín. George abrazaba a Ringo, Paul veía fijamente la caja mientras recordaba como había pasado eso y John trataba de ahogar su risa. Aunque George, Paul y John no le daban importancia a todo eso, solo estaban ahí por Ringo.
-No se si sea mi nariz o la tristeza, pero no puedo hablar... ¿a alguien le importaría dar unas palabras?.- dijo Ringo mientras George le frotaba los brazos en manera de consuelo. Todos se miraron entre sí, George y John señalaban a Paul con la cabeza; a Paul no le quedó de otra mas que aceptarlo.
-Amm... bueno, pues Espinitas... él... fue el mejor animal cubierto de espinas que pudimos haber tenido, extrañare que muerda mi ropa interior, eso si que era noble, nunca le importo el olor. También la vez que le lleno de espinas el trasero de George y creo que gracias a él Ringo tiene la nariz un poco mas pequeña debido a los pinchazos... eso es todo.- dijo con voz queda pero apresurada.
-Te extrañare nuestra pequeña mierdita.- dijo John viendo la caja.
-Amén.- dijo George como señalamiento de que todo acabara.
-Mi vida sin ti será como una cerveza caliente.- dijo Ringo cubriendo la caja de tierra.
Todos entraron a la casa, casa uno pensaba como reanimar a Ringo, en sus cabezas pasaban un montón de ideas sobre cosas que podrían hacer ese día.
-¡¡¡Vamos narizón!!! de todos modos no era tan adorable que te picaran la cola cada vez que te sentaras.- dijo John rodeándolo con un brazo fuertemente.
-Hay que dar la vuelta.- propuso Paul.
-Ok.- contestó John.
-Esta bien.- dijo Ringo.
-¡Amén!.- grito George guardando billetes de Monopoly en su cinturón.
-¡Deja de decir "amén".- gritó John.
-¡Nunca! ¡AMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN!.-
-Ojala que muera el señor Monopoly.- dijo John secamente.
-Amén... ah no... ¡pepinos asados! el señor Monopoly nunca morirá.- exclamó George.
-Claro que no cara de moco, ¡el es un personaje de juegos de mesa!.- dijo Ringo.
-¿Sabes? Cuando me hablas de esa manera hieres mi corazón... ¡golpeame, pero no me hieras con tus palabras!.- dijo George de manera dramáticamente femenina.
-Es que tengo que jalarte las trenzas, por que sino luego te descarrilas.- dijo Ringo bromeando, lo cual era una buena señal.
-Entonces jala las trenzas para la salida.- dijo Paul mientras abría la puerta.
Todos tomaron un saco y salieron sin saber a dónde ir, era probable que se pararan en el primer lugar que les llamara la atención o sino se detendrían en cualquier lugar para ser cualquier estupidez.
-¿Que hacemos? que no tenga que ver con golpear a chicos gordos ni matar puercospines, por favor.- dijo Ringo.
-Lo del chico gordo fue tu culpa, lo del puercospín fue culpa de...- dijo John pero Paul lo corto.
-Pero fue culpa de la madre naturaleza, es una barbara, eso me lo han dicho, engaña a su esposo.-
-Oh no.- dijo George.
-Si, le di unos consejos para que no le pasara lo mismo que a mi, desde que me divorcié de la Reina no he vuelto a ser el mismo.- dijo Paul.
-Y ya no lo invita a tomar el té.- terció John.
Llegaron a un pequeño lago, se sentaron en la mera esquina, ignoraban el frío y el hecho de que el cielo comenzaba a tornarse oscuro. Se sentaron en silencio, lo cual comenzaba a aburrirlos.
John sacó del cinturón de George (a escondidas) los billetes del Monopoly, pero George giró su cabeza casi automáticamente y tomó con fuerza el brazo de John, pero él de alguna manera logro zafarse, estiró el brazo de manera que el lago quedaba debajo de él. George solo habría los ojos de una manera frenética.
-¡NOOOOOOOO! ¡No lo hagas!.- gritó George en manera de súplica.
-Jajaja. Nada me detiene para hacerlo.-
- La fuerza de mi amor lo hara.- dijo George.
Todos relajaron la postura y miraron con rudeza a George.
-Eso es lo mas nena que te he escuchado decir, y Aquaman sabe que han sido muchas.- exclamó Paul.
-¡Ayúdanos Aquaman!.- gritó Ringo.
-¡Amén!.- gritó George.
John empujó a George al lago, pero George lo tomó del brazo, de manera que los dos cayeron; Paul y Ringo se partían de la risa, Ringo empujó a Paul y el solo se lanzó al agua. El lago parecía hielo derretido, pero de todos modos lo cuatro jugueteaban.
-¡Un pato!.- gritó Paul.
-Si, un pato.- dijo John secamente.
-No, es que siempre he querido un pato.- dijo Paul.
-Pues tenlo.- dijo Ringo.
Paul se quito los pantalones y los lanzó sobre el pato, al parecer quería usarlos como una red, pero el pato tuvo buenos reflejos y nadó antes de ser capturado.
-¡TODOS TOMEN A ESE PATO!.- gritó Paul.
Todos nadaban detrás del pato, John agarró algo, pero lo soltó rápidamente al darse cuenta de que alguna extraña manera le había quitado los calzoncillos a Ringo.
-Siento unas áreas de mi cuerpo un poco mas congeladas.- dijo Ringo con tranquilidad mientras observaba como Paul y George trataban de atrapar al pato.
-Toca esa área de tu cuerpo, la que sientes mas fría.- dijo John con cara burlesca.
Ringo lo hizo así, sus ojos se abrieron repentinamente.
-¿John?.- dijo Ringo asustado.
-Dime, pequeño Ringo.-
-No tengo mis calzones.-
-Lo se, ahora sal al mundo y muestra lo que Dios te ha dado.- dijo John riéndose.  
-Dame mis calzoncillos, te juro por mi nariz que ya se me congeló todo.-
-Jajaja, era solo una bromita.- dijo John y le lanzó la ropa interior a la cara.
-No volverán a ser los mismos.-
-Demasiada información Starkey.-
A lo lejos se escuchaba como chapoteaba el agua, se veía como Paul y George hacían movimientos de triunfo, Paul tenía un pequeño bulto enredado en los pantalones.
-¡Lo tenemos! ¡Al fin tendré un pato!.- dijo Paul demasiado alegre.
Ringo y John nadaron hacía ellos. Se rieron al ver que Paul y Geroge tenían rasguños y mordidas en las caras.
-Jajajaja ¿un pato les hizo eso?.-
-Un pato muy grande.- dijo George.
-Bueno, eso no es tan vergonzoso como lo que le pasó a Ringo, a él se le congelaron...- John dejó la frase inconclusa, pues era mas que obvio lo que quería decir.
-Bueno, hay que irnos.-
Salieron del lago, congelándose y temblando, pero Paul iba sin pantalones, ya que ahí llevaba el pato. Algunas chicas que andaban por ahí se le quedaban viendo, incluso un chico lo veía de manera sospechosa.
-Wow, no sabía que mi belleza atravesaba barreras de preferencias sexuales, soy demasiado lindo para mi propio bien.- dijo Paul en tono de broma.
-Pues ya has atravesado la barrera de mi corazón.- dijo John.
-Jajajaa.- rió Ringo.


Sé que pasé mucho tiempo sin subir un nuevo cap. pero es que he estado ocupada desde año pasado, pues fui a un campamento, Navidad, Año Nuevo, psss un chorro de cosas que estaban del uno! (es que también veía la rosa de Guadalupe). Ojala les guste este cap. lo escribí en dos días. Bendiciones.
P.d: Menciono mucho el Monopoly por que era el juergo favorito de George.