sábado, 25 de junio de 2011

La noche mágica de Ringo y Paul.

Y en friega escribiendo nuevo capitulo :)

Eran las nueve y cuarto de la mañana, Paul iba despertando, entrecerró los ojos,  ya que la luz del día lo lastimaba, pasó su mano rápido por el cabello enmarañado, se levantó de la cama y se subió los boxers. Echó una ojeada a su cama, una sonrisa leve pero hermosa se dibujó en su rostro al ver que el pato seguí durmiendo en una pequeña almohada (si, Paul durmió con el pato). Fue directo al baño para cepillarse los dientes, y lavo su cara solo con agua. Bajó las escaleras y fue a la cocina, calentó el agua para el té, y se sentó en ropa interior a ver televisión. Minutos después su té ya estaba listo, lo sirvió, y lo tomó tranquilamente, le era relajante sentir el té caliente en su garganta. Después de un rato se aburrió de estar solo, así que fue por su pato, pero decidió no molestarlo, ya que seguí durmiendo, se dirigió al cuarto de John, vio que estaba tapado de pies a cabeza con un sin fin de almohadas; Paul se las quitó de encima bruscamente y  le susurró a John en el oído:
-¡Johnny, Johnny! ¡Despierta! Se han acabado el cereal.- lo dijo con un tono exagerado. 
-¡Pequeña mierda! ¡Lárgate! Solo estoy durmiendo, y no me molestes al menos de que seas una chica linda dispuesta a tener... bueno, solo vete Jame.- dijo John irritado, y el sueño se hacía notorio en su voz.
-Oh, esta bien.- Y Paul salió de la habitación con la cabeza baja, los brazos flojos, y con una postura encorvada, pero su expresión cambió inmediatamente cuando entró a la habitación de Ringo, el cual estaba desparramado en la cama, con su pijama a rayas, y ninguna sábana que lo tapara. Paul, se acercó a él, sin saber que hacer, pensaba y pensaba, pero nada se le ocurría, hasta que... se le ocurrió acostarse a un lado de Ringo, se tapó completamente el cuerpo, de tal manera que no hubiese señal de que el fuera Paul, se metió un pal de pelotas en el pecho. Agudizó la voz y dijo:
-Oh Richard, gracias por la noche mas maravillosa y mágica de mi vida, ¡eres tan bueno!- después de eso toco el cabello de Richard. El pequeño Ringo abrió los ojos de golpe, dejando ver un azul intenso, quedó en shock como por cinco segundos, giró la cabeza lentamente, y vio el bulto <<¡Bloody hell! no recuerdo nada, ¡¿que hice?! ¡ni siquiera recuerdo su nombre! bueno, al menos hubo acción...>> Los pensamientos de Ringo volaban y volaban tratando de recordar algo que nunca pasó. Paul sabía como estresarlo.
-Y si nuestra maravillosa noche da como fruto un hermoso bebé, ¿como lo llamarías?- dijo Paul con voz melosa (sin dejar de agudizar).
Ringo tragó saliva imaginando las posibilidades de ser padre. Paul sabía las cosas que pasaban por la cabeza del pobre Richard en ese momento, así que decidió seguirle.
-Sí es una niña se puede llamar Martha, y si es varón, podrá llamarse como su padre... ¡Richard!- la cabeza de Paul volaba para molestar a Ringo.
-Ammm, me parece buena idea.- dijo Ringo con una hilo de voz, pero ronca por el sueño.
-¡Que bueno cariño! Bueno, por mientras ve al baño, para que te laves la cara.- 
Ringo salió disparado al baño y cerró la puerta, mojó su rostro, se vio en el espejo, su cara estaba pálida, pero la duda no lo dejaba en paz, tenía que ver quien era la "chica" así que salio decidido a ver; llego al pie de la cama, levantó la sábana, pero no había nadie, él no supo si sentirse aliviado o preocupado (Paul se había ido). Bajó las escaleras y encontró a George y a Paul bebiendo té frente al televisor, Paul tenía una leve sonrisa traviesa en su rostro.
-¡Que pálido te vez hoy pequeño Richard! pero ha de ser por la acción que tuviste la noche anterior, sus gritos no me dejaban dormir. ¡Ese es mi tigre!.- dijo Paul en tono alegre, mientras rodeaba a Ringo con un solo brazo.
-¿En serio gritábamos?- preguntó Ringo intrigado, mientras tragaba saliva.
-¿Gritar? ¡uff! creo que use esa palabra por que no hay otra que sea lo suficientemente fuerte como para poder expresarla bien.- 
-Ammmm, creo que necesito desayunar algo.- dijo Ringo con voz ronca mientras iba a la cocina. 
-Si ¡reponte campeón!.- dijo Paul mientras le guiñaba el ojo.
John bajó las escaleras lentamente, bostezando, fue directo a la cocina a servirse un tazón de cereal, ignoró a todos, ya que estaba mas dormido que despierto.
-¡Buenos días solecito! Hoy te vez mas radiante que todas las mañanas.- dijo George con sarcasmo.
Pero John solo se limitó a dedicarle una sonrisa muy muy leve, casi una mueca.
-Mierda Harrison.- dijo mientras se llevaba la cuchara a la boca. Ringo salió de cocina, el pobre necesitaba olvidarse de algo que nunca pasó, así que buscó como distraerse con los chicos.
-¡Oh Dios! ¡Mi pato! ¡Esta soloooooooooooooooooo!- gritó mientras subía las escaleras frenéticamente. Llego a su habitación y vio que el pato estaba despierto, postrado en el mismo lugar, pero no dejaba de chillar. 

-Oh pequeño, no te preocupes, ya estoy aquí, ¿que tienes? ¿hambre? ¿quieres ir al baño?- preguntó Paul desesperado, lo cargó y lo llevó abajo, lo dejó en el sillón, y corrió desesperado a la cocina a tomar un puñado de cereal y lo hizo boronas, los sirvió en un pequeño plato de té y se los puso en el pico, y para el gran alivio de Paul, el pato comenzó a comerlo.
Los chicos se fueron a bañar, uno detrás del otro, durante la tarde hicieron cosas sin importancia, John golpeó a George por jugar Monopoly, Paul siguió molestando a Ringo respecto a "la noche anterior", Ringo buscaba sus baquetas, y todos se burlaron de Paul y su pato. Solo esperaban a que llegara la noche para irse a tocar. 
Decidieron afinar sus instrumentos en el club, ya iban en camino, cada quién cargando su estuche (a excepción de Ringo). 
-¡Bloody hell! Olvidé mi pedal, esperen un rato, ahorita regresó.- dijo Paul corriendo a la casa, pero la verdad es que no había olvidado su pedal, sino que fue por el pato, lo guardó en el bolsillo de su chaqueta, regresó corriendo hacía donde estaban los chicos.
-¿Donde esta tu pedal?- preguntó Ringo.
-Ammm lo guardé en la funda del bajo, bueno ¡vayámonos!-
Llegaron al club después de unos minutos. Saludaron a un par de chicos, John y George coquetearon un rato con las meseras, Ringo seguía pensando en aquella chica (que era Paul), y James estaba en detrás del escenario buscando un lugar para dejar a su pato mientras tocaban.
Los chicos subieron al escenario y conectaron sus instrumentos, Ringo solo armó la batería, George y John afinaban las guitarras con la ayuda del pedal, pero Paul nunca lo necesitó, ya que él lo hacía solo usando su oído. Los instrumentos parecían sonar bien, cada quien estaba en sus posiciones, el club ya estaba llenó y ya era hora de tocar:
-Buenas noches, somos The Beatles, y pues nos pagan para tocar, así que: ¡¡¡1,2,3,4!!!
Tocaron I saw her standing there, Hallelujah I love her so, Boys, I remember you, y muchísimas mas, ya eran las 3:45 a.m, ya había terminado su horario.
Bajaron, John, George y Ringo fueron por unas bebidas, Paul les dijo que un rato los alcanzaría, por que tenía que "buscar su plumilla". Los chicos le creyeron y se fueron, Paul se quedó a buscar al pato, y lo encontró, lo guardo en su bolsillo sin encontrarlo, ya que no le importaba que le dirían, pues de todos modos, el pato ya estaba en el club. Se dirigió a la barra, en la cual estaban los chicos bebiendo cervezas.
-¡Oh Dios! ¡¿Acaso no puedes dejar ese maldito pato en casa?!- exclamó John.
-No.- contestó Paul sereno.
-Ya nos estas hartando con ese pollo, un día despertarás, y él ya no estará contigo.- 
-Eso no sucederá, nunca lo dejo sólo.- dijo Paul sonriendo, le dio un enorme trago a la cerveza.
-Ok, cambiemos de tema, que McCharming y su maldito pollo me están cansando.-
-¡Mira!- exclamó Ringo señalando a unas chicas.
-¿Que?- preguntaron los tres.
-Esas chicas.- dijo Ringo.
-Oh si, esa uso demasiado delineador.- dijo George en tono burlesco.
-Son tres, alguien tendrá que sacrificarse.- analizó Ringo.
-¡Yo! no necesito ir detrás de suyo, son ellas las que vienen a mi.- dijo Paul acabándose la cerveza. -Vayan y hagan su "magia", o ¿acaso necesitan que yo se las traiga?.-
-Ve por ellas.- contestaron en coro.
-Esperen.- Se levantó de la barra, demasiado seguro de si mismo, les habló y ellas rieron, después señaló hacia donde estaban George, Ringo y John, ellas asintieron la cabeza y sonrieron, Paul sacó al pato de su bolsillo, y las chicas al parecer dijeron: -¡Que tierno!- Una chica (la mas bonita) le tocó el cabello de manera seductora.
-¡Hombre! ¡Yo quería esa!- dijo John a George y Ringo. 
Paul y la chica se fueron a una habitación del club, y las dos chicas fueron con los demás chicos, los cuales les invitaron unos tragos, la pasaron bien.
Después de una hora salió Paul y la chica (la cual estaba algo despeinada).
-Te veo luego cariño.- dijo Paul mientras las tres chicas se iban.
-¿Que tal gladiador del sexo?- preguntó John.
-¿Sexo? ¡De que hablas hombre! Si solo le estaba enseñando a mi patito, no me fue tan bien como Ringo anoche, por que el pequeño Richard... ¡Uff!- dijo Paul con una sonrisa hermosa.
-Aja.- contestaron los tres con sarcasmo.
-Bueno, ¿nos vamos o que? Ya es hora de que el pato duerma.- dijo Paul.
-Si, ya larguémonos.- 
Estaban demasiados cansados como para caminar a casa, así que tomaron un taxi.
Llegaron a casa, cada quién se fue a su cuarto, todos se quitaron la ropa y solo se quedaron en boxer, estaban muy cansados como para ponerse la pijama, durmieron tranquilos, sin saber que estupidez podrían hacer mañana.


No tuve mucha inspiración para este cap, y mi historia no tiene sentido por que ni siquiera se que final ponerle, siquiera tiene un tema en específico.
¡Buenas noches! Bendiciones.

6 comentarios:

  1. Me encanta *-* y si sigue escribiendo que me da risa y lo disfruto :333 djsakdjaskd cuidate c:

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  2. Es genial! :)
    Espero el próximo :) Un saludo.

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  3. jajajaja esto esta demasiado bueno, me parto de risa!!!!!!

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  4. Me encanta! Es el fic más divertido que he leido, de lo mejor!! Amo a Paul y su pato, y la noche magica de Ringo y Paul, en verdad cada capitulo me da tanta risa. Por favor, actualiza!

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