sábado, 25 de junio de 2011

La noche mágica de Ringo y Paul.

Y en friega escribiendo nuevo capitulo :)

Eran las nueve y cuarto de la mañana, Paul iba despertando, entrecerró los ojos,  ya que la luz del día lo lastimaba, pasó su mano rápido por el cabello enmarañado, se levantó de la cama y se subió los boxers. Echó una ojeada a su cama, una sonrisa leve pero hermosa se dibujó en su rostro al ver que el pato seguí durmiendo en una pequeña almohada (si, Paul durmió con el pato). Fue directo al baño para cepillarse los dientes, y lavo su cara solo con agua. Bajó las escaleras y fue a la cocina, calentó el agua para el té, y se sentó en ropa interior a ver televisión. Minutos después su té ya estaba listo, lo sirvió, y lo tomó tranquilamente, le era relajante sentir el té caliente en su garganta. Después de un rato se aburrió de estar solo, así que fue por su pato, pero decidió no molestarlo, ya que seguí durmiendo, se dirigió al cuarto de John, vio que estaba tapado de pies a cabeza con un sin fin de almohadas; Paul se las quitó de encima bruscamente y  le susurró a John en el oído:
-¡Johnny, Johnny! ¡Despierta! Se han acabado el cereal.- lo dijo con un tono exagerado. 
-¡Pequeña mierda! ¡Lárgate! Solo estoy durmiendo, y no me molestes al menos de que seas una chica linda dispuesta a tener... bueno, solo vete Jame.- dijo John irritado, y el sueño se hacía notorio en su voz.
-Oh, esta bien.- Y Paul salió de la habitación con la cabeza baja, los brazos flojos, y con una postura encorvada, pero su expresión cambió inmediatamente cuando entró a la habitación de Ringo, el cual estaba desparramado en la cama, con su pijama a rayas, y ninguna sábana que lo tapara. Paul, se acercó a él, sin saber que hacer, pensaba y pensaba, pero nada se le ocurría, hasta que... se le ocurrió acostarse a un lado de Ringo, se tapó completamente el cuerpo, de tal manera que no hubiese señal de que el fuera Paul, se metió un pal de pelotas en el pecho. Agudizó la voz y dijo:
-Oh Richard, gracias por la noche mas maravillosa y mágica de mi vida, ¡eres tan bueno!- después de eso toco el cabello de Richard. El pequeño Ringo abrió los ojos de golpe, dejando ver un azul intenso, quedó en shock como por cinco segundos, giró la cabeza lentamente, y vio el bulto <<¡Bloody hell! no recuerdo nada, ¡¿que hice?! ¡ni siquiera recuerdo su nombre! bueno, al menos hubo acción...>> Los pensamientos de Ringo volaban y volaban tratando de recordar algo que nunca pasó. Paul sabía como estresarlo.
-Y si nuestra maravillosa noche da como fruto un hermoso bebé, ¿como lo llamarías?- dijo Paul con voz melosa (sin dejar de agudizar).
Ringo tragó saliva imaginando las posibilidades de ser padre. Paul sabía las cosas que pasaban por la cabeza del pobre Richard en ese momento, así que decidió seguirle.
-Sí es una niña se puede llamar Martha, y si es varón, podrá llamarse como su padre... ¡Richard!- la cabeza de Paul volaba para molestar a Ringo.
-Ammm, me parece buena idea.- dijo Ringo con una hilo de voz, pero ronca por el sueño.
-¡Que bueno cariño! Bueno, por mientras ve al baño, para que te laves la cara.- 
Ringo salió disparado al baño y cerró la puerta, mojó su rostro, se vio en el espejo, su cara estaba pálida, pero la duda no lo dejaba en paz, tenía que ver quien era la "chica" así que salio decidido a ver; llego al pie de la cama, levantó la sábana, pero no había nadie, él no supo si sentirse aliviado o preocupado (Paul se había ido). Bajó las escaleras y encontró a George y a Paul bebiendo té frente al televisor, Paul tenía una leve sonrisa traviesa en su rostro.
-¡Que pálido te vez hoy pequeño Richard! pero ha de ser por la acción que tuviste la noche anterior, sus gritos no me dejaban dormir. ¡Ese es mi tigre!.- dijo Paul en tono alegre, mientras rodeaba a Ringo con un solo brazo.
-¿En serio gritábamos?- preguntó Ringo intrigado, mientras tragaba saliva.
-¿Gritar? ¡uff! creo que use esa palabra por que no hay otra que sea lo suficientemente fuerte como para poder expresarla bien.- 
-Ammmm, creo que necesito desayunar algo.- dijo Ringo con voz ronca mientras iba a la cocina. 
-Si ¡reponte campeón!.- dijo Paul mientras le guiñaba el ojo.
John bajó las escaleras lentamente, bostezando, fue directo a la cocina a servirse un tazón de cereal, ignoró a todos, ya que estaba mas dormido que despierto.
-¡Buenos días solecito! Hoy te vez mas radiante que todas las mañanas.- dijo George con sarcasmo.
Pero John solo se limitó a dedicarle una sonrisa muy muy leve, casi una mueca.
-Mierda Harrison.- dijo mientras se llevaba la cuchara a la boca. Ringo salió de cocina, el pobre necesitaba olvidarse de algo que nunca pasó, así que buscó como distraerse con los chicos.
-¡Oh Dios! ¡Mi pato! ¡Esta soloooooooooooooooooo!- gritó mientras subía las escaleras frenéticamente. Llego a su habitación y vio que el pato estaba despierto, postrado en el mismo lugar, pero no dejaba de chillar. 

-Oh pequeño, no te preocupes, ya estoy aquí, ¿que tienes? ¿hambre? ¿quieres ir al baño?- preguntó Paul desesperado, lo cargó y lo llevó abajo, lo dejó en el sillón, y corrió desesperado a la cocina a tomar un puñado de cereal y lo hizo boronas, los sirvió en un pequeño plato de té y se los puso en el pico, y para el gran alivio de Paul, el pato comenzó a comerlo.
Los chicos se fueron a bañar, uno detrás del otro, durante la tarde hicieron cosas sin importancia, John golpeó a George por jugar Monopoly, Paul siguió molestando a Ringo respecto a "la noche anterior", Ringo buscaba sus baquetas, y todos se burlaron de Paul y su pato. Solo esperaban a que llegara la noche para irse a tocar. 
Decidieron afinar sus instrumentos en el club, ya iban en camino, cada quién cargando su estuche (a excepción de Ringo). 
-¡Bloody hell! Olvidé mi pedal, esperen un rato, ahorita regresó.- dijo Paul corriendo a la casa, pero la verdad es que no había olvidado su pedal, sino que fue por el pato, lo guardó en el bolsillo de su chaqueta, regresó corriendo hacía donde estaban los chicos.
-¿Donde esta tu pedal?- preguntó Ringo.
-Ammm lo guardé en la funda del bajo, bueno ¡vayámonos!-
Llegaron al club después de unos minutos. Saludaron a un par de chicos, John y George coquetearon un rato con las meseras, Ringo seguía pensando en aquella chica (que era Paul), y James estaba en detrás del escenario buscando un lugar para dejar a su pato mientras tocaban.
Los chicos subieron al escenario y conectaron sus instrumentos, Ringo solo armó la batería, George y John afinaban las guitarras con la ayuda del pedal, pero Paul nunca lo necesitó, ya que él lo hacía solo usando su oído. Los instrumentos parecían sonar bien, cada quien estaba en sus posiciones, el club ya estaba llenó y ya era hora de tocar:
-Buenas noches, somos The Beatles, y pues nos pagan para tocar, así que: ¡¡¡1,2,3,4!!!
Tocaron I saw her standing there, Hallelujah I love her so, Boys, I remember you, y muchísimas mas, ya eran las 3:45 a.m, ya había terminado su horario.
Bajaron, John, George y Ringo fueron por unas bebidas, Paul les dijo que un rato los alcanzaría, por que tenía que "buscar su plumilla". Los chicos le creyeron y se fueron, Paul se quedó a buscar al pato, y lo encontró, lo guardo en su bolsillo sin encontrarlo, ya que no le importaba que le dirían, pues de todos modos, el pato ya estaba en el club. Se dirigió a la barra, en la cual estaban los chicos bebiendo cervezas.
-¡Oh Dios! ¡¿Acaso no puedes dejar ese maldito pato en casa?!- exclamó John.
-No.- contestó Paul sereno.
-Ya nos estas hartando con ese pollo, un día despertarás, y él ya no estará contigo.- 
-Eso no sucederá, nunca lo dejo sólo.- dijo Paul sonriendo, le dio un enorme trago a la cerveza.
-Ok, cambiemos de tema, que McCharming y su maldito pollo me están cansando.-
-¡Mira!- exclamó Ringo señalando a unas chicas.
-¿Que?- preguntaron los tres.
-Esas chicas.- dijo Ringo.
-Oh si, esa uso demasiado delineador.- dijo George en tono burlesco.
-Son tres, alguien tendrá que sacrificarse.- analizó Ringo.
-¡Yo! no necesito ir detrás de suyo, son ellas las que vienen a mi.- dijo Paul acabándose la cerveza. -Vayan y hagan su "magia", o ¿acaso necesitan que yo se las traiga?.-
-Ve por ellas.- contestaron en coro.
-Esperen.- Se levantó de la barra, demasiado seguro de si mismo, les habló y ellas rieron, después señaló hacia donde estaban George, Ringo y John, ellas asintieron la cabeza y sonrieron, Paul sacó al pato de su bolsillo, y las chicas al parecer dijeron: -¡Que tierno!- Una chica (la mas bonita) le tocó el cabello de manera seductora.
-¡Hombre! ¡Yo quería esa!- dijo John a George y Ringo. 
Paul y la chica se fueron a una habitación del club, y las dos chicas fueron con los demás chicos, los cuales les invitaron unos tragos, la pasaron bien.
Después de una hora salió Paul y la chica (la cual estaba algo despeinada).
-Te veo luego cariño.- dijo Paul mientras las tres chicas se iban.
-¿Que tal gladiador del sexo?- preguntó John.
-¿Sexo? ¡De que hablas hombre! Si solo le estaba enseñando a mi patito, no me fue tan bien como Ringo anoche, por que el pequeño Richard... ¡Uff!- dijo Paul con una sonrisa hermosa.
-Aja.- contestaron los tres con sarcasmo.
-Bueno, ¿nos vamos o que? Ya es hora de que el pato duerma.- dijo Paul.
-Si, ya larguémonos.- 
Estaban demasiados cansados como para caminar a casa, así que tomaron un taxi.
Llegaron a casa, cada quién se fue a su cuarto, todos se quitaron la ropa y solo se quedaron en boxer, estaban muy cansados como para ponerse la pijama, durmieron tranquilos, sin saber que estupidez podrían hacer mañana.


No tuve mucha inspiración para este cap, y mi historia no tiene sentido por que ni siquiera se que final ponerle, siquiera tiene un tema en específico.
¡Buenas noches! Bendiciones.

jueves, 23 de junio de 2011

Paul en etapa "maternal"

Llegaron a la casa, eran como las dos de la mañana, cerraron la puerta con rapidez por que morían de frío. Todos se quitaron la ropa fría y quedaron en calzoncillos, Ringo corrió por unas sábanas para todos. Cada uno tomó una y se sentaron en medio de la sala. 
-Hey Paul, muéstranos al pato que capturaste, por tus rasguños supongo que debe de ser un monstruo.- dijo Ringo.
-Si, debe de ser gigante, como la nariz de Ringo.- mofó John.
-Creo que ahora no es buena idea.- dijo Paul con algo de pena mientras apretaba el pato que todavía seguía dentro de los pantalones, acerco la cabeza a ellos y susurró.- Es que él es tímido, tarda para tener confianza.-
George solo reía bajo y John y Ringo ponían cara de "WTF".
-Te dije que no tomaras las pastillas que nos dieron en el club, te dije que hasta que fuéramos famosos, ¡Ay McCartney!.- exclamó John.
-¿Y tu por que te ríes, Harold?.-
La sonrisa de George se desvaneció un poco, pero contestó entre risas.-¿Acaso no han visto al pato?.-
-¡Hey viejo! No hieras su orgullo, su autoestima no es muy alta, tu sabes por que, pero ya le dije que no es motivo para acomplejarse... ¡Así que no destruyas lo que he construido!.- reclamó Paul.
-¡Déjanos ver al pato!.- 
-¡Que no!.-
-Le romperé el LA a tu bajo si no me enseñas a ese pato de mierda!.- amenazó John.
-¡No, no, no! Esa cuerda no, es mi favorita.-
-Entonces déjanos verlo.-
-Esta bien... pero no lo critiquen, su autoestima no es muy alto que digamos por...- pero John lo interrumpió.
-Calla y muéstranos a ese animal del lago.- pero John al ver que Paul no respondía le quito el bulto y lo abrió... puso cara de burla, apretó los labios para ocultar la risa, pero fue inevitable y soltó la carcajada. 
-¿Que John?.- preguntó Ringo intrigado. John extendió el pantalón y cayó una cosa tan diminuta, tal vez del tamaño de una taza de té, solo se veía plumas café con un brillo verdoso, su tamaño era tan ridículo que daba risa. Ringo y John no podían dejar de reír. Paul tomó rápidamente al pato y lo puso en sus piernas y lo abrazó tratando de protegerlo, pero lo abrazó de una manera casi maternal.
Todos lo notaron, quedaron paralizados, perplejos, así que John decidió romper el silencio con una risotada, a la cual se le unieron los demás, menos Paul.
-¿Que?.- preguntó Paul sin soltar al pato.
- Has hecho la cosa mas jota de la semana, y apenas es lunes.- dijo John burlón.
-Claro que no, hice algo ecológico.- 
-Naaaa, sacar a un pato de su hábitat natural no lo es.-
-Claro que si, es que el me pidió que lo hiciera.- dijo Paul acariciando la cabeza del pato.
Todos pusieron los ojos en blanco, ni un día llevaban y Paul con su pato los comenzaba a hartar.
-¡Chicos! Mañana comeremos la cosa mas deliciosa en el mundo... la comida favorita de Paul.- dijo George.
-¿Carne asada?.- preguntó Paul emocionado.
-Nop... pato.- 
-No juegues con eso, yo nunca lo haría.-
-¡Ya ya ya! ¿como se llama esa cosa?.- preguntó Ringo.
-Todavía no se, debe de ser uno especial, uno que que se adapte a su personalidad, él es algo introvertido, así que no se muy bien como ponerle.- dijo Paul pensativo.
-Perdón sí antes dije que eras joto... eres JO-TI-SI-MO.- dijo John haciendo un énfasis muy notable en la última palabra.
-Naaa como crees, todo lo dije jugando, era solo un "bromición"- contestó Paul despreocupado, con una gran sonrisa.
-¿Que dijiste?.- preguntó Ringo con una leve sonrisa en los labios pero con algo de curiosidad.
-Que todo lo dije jugan...-
-No, eso no, la última palabra.-
-¿Cual? aaaah, ¿te refieres a la palabra "bromición?.- dijo Paul alegre.
-¿Bromición?.-
-Sip.-
-¿Y que es eso?.- dijo John.
-Del verbo " te hice una broma".- contestó Paul en broma.
-Eso no es un verbo, suerte que eres bonito.- dijo George.
-Suerte saber que lo que me dijiste es una bromición.-  le dijo Paul.
-¡¡¡Deja de decir esa palabra McCartney!!!.- gritó John.
-Naaa, yo sé que lo dices es toda una bromición.- 
-Mcartney.- dijo John amenazante.
-Lennon.- dijo Paul sonriendo.
-No me tientes a golpearte, me estas hartando con tu maldito pájaro y tu palabrita.- parecía que John sí lo decía enserio.
-¡Nunca! Yo sé que amas a mi pato, él es genial, y no es una bromición, por que mi pato es tan hermoso, yo se que cuando dices que lo odias es solo una bromición. ¡¡¡PATO, BROMICION, PATO, BROMICION, PATO, BROMICION, PATO PATO, BROMICIOOOOOOOOOOOOOOON!!!.- exclamó Paul gozoso. 
John se movió de su lugar, se abalanzó sobre Paul y lo tiró. La primera reacción de Paul fue apartar al pato para no exponerlo a los golpes.
-¡Vuelve a decir eso y veras como te va!.- gritó John que estaba sobre Paul amenazándolo con el puño.
-Claro John, no es para que te pongas así... era sólo una bro-mi-ción.- dijo haciendo énfasis en la última palabra.
Dicho y hecho, John le dio un puñetazp en la cara; por una razón muy muy extraña Paul rió mientras su cara labio sangraba.
-¡Wow! Este chico esta loco... o es ¿masoquista?.- dijo George con asombro.
-Paul deja de hacer eso, da miedo. ¿Y por que jodidos ríes?.- dijo Ringo.
-Yo creo que ríe de amor, me refiero a que, tanto es su amor por mi, que cualquier tipo de contacto físico mío (en este caso un puñetazo)  le es suficiente para ser feliz... ¡Esto si es amor!.- terció John.
-Bloody hell! ¿Como lo supiste?-
-Tantas son mis conquistas que ya se la reacción que causo en mis victimas.-
-¡Dude, no te salgas tanto del closet! cambiando de tema, ¿nos vamos a dormir, o tomamos unas cervezas?- dijo George mientras consultaba su reloj.
-Pues, no se, la verdad no quisiera ser un mal ejemplo para mi pato... bueno, la verdad no, pero recuerda que tenemos que tocar mañana, ¿lo has olvidado? Quiero reponer el sueño.- dijo Paul bostezando.
-Opino lo mismo.- dijo Ringo cuando subía las escaleras para ir a su recamara, con John, y Pual (que iba cargando a el pato) por detrás.
-Oh, esta bien, los ent...- cortó George, pues lo dejaron solo y con las luces apagadas. Subió las escaleras corriendo, pues al parecer le daba miedo lo que podría haber en la sala de su propia casa.


Se que tardé algo (DEMASIADO) para subir el capítulo, pero la verdad no se por que lo hice... bueno ¡que va! se me va la onda bien feo, y pues también me daba flojera, y no se, ocupada con la escuela, besando, ese tipo de cosas primordiales y de alguna manera inservibles ;)
Espero que les guste, bueno no, por que se que no valió la pena estos meses de espera (sí es que estaban esperando a que subiera nuevo cap.) para que al final saliera con este cap de mierda.
BENDICIONES.
p.s
Sí dejas tu comentario, es probable que no tarde en subir el siguiente capítulo. 

martes, 25 de enero de 2011

El funeral y la captura del pato.

Los cuatro chicos estaban reunidos en el patio trasero, estaban al rededor de una vieja caja de zapatos, en la cual yacía el cuerpo casi consumido del pequeño puercospín. George abrazaba a Ringo, Paul veía fijamente la caja mientras recordaba como había pasado eso y John trataba de ahogar su risa. Aunque George, Paul y John no le daban importancia a todo eso, solo estaban ahí por Ringo.
-No se si sea mi nariz o la tristeza, pero no puedo hablar... ¿a alguien le importaría dar unas palabras?.- dijo Ringo mientras George le frotaba los brazos en manera de consuelo. Todos se miraron entre sí, George y John señalaban a Paul con la cabeza; a Paul no le quedó de otra mas que aceptarlo.
-Amm... bueno, pues Espinitas... él... fue el mejor animal cubierto de espinas que pudimos haber tenido, extrañare que muerda mi ropa interior, eso si que era noble, nunca le importo el olor. También la vez que le lleno de espinas el trasero de George y creo que gracias a él Ringo tiene la nariz un poco mas pequeña debido a los pinchazos... eso es todo.- dijo con voz queda pero apresurada.
-Te extrañare nuestra pequeña mierdita.- dijo John viendo la caja.
-Amén.- dijo George como señalamiento de que todo acabara.
-Mi vida sin ti será como una cerveza caliente.- dijo Ringo cubriendo la caja de tierra.
Todos entraron a la casa, casa uno pensaba como reanimar a Ringo, en sus cabezas pasaban un montón de ideas sobre cosas que podrían hacer ese día.
-¡¡¡Vamos narizón!!! de todos modos no era tan adorable que te picaran la cola cada vez que te sentaras.- dijo John rodeándolo con un brazo fuertemente.
-Hay que dar la vuelta.- propuso Paul.
-Ok.- contestó John.
-Esta bien.- dijo Ringo.
-¡Amén!.- grito George guardando billetes de Monopoly en su cinturón.
-¡Deja de decir "amén".- gritó John.
-¡Nunca! ¡AMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN!.-
-Ojala que muera el señor Monopoly.- dijo John secamente.
-Amén... ah no... ¡pepinos asados! el señor Monopoly nunca morirá.- exclamó George.
-Claro que no cara de moco, ¡el es un personaje de juegos de mesa!.- dijo Ringo.
-¿Sabes? Cuando me hablas de esa manera hieres mi corazón... ¡golpeame, pero no me hieras con tus palabras!.- dijo George de manera dramáticamente femenina.
-Es que tengo que jalarte las trenzas, por que sino luego te descarrilas.- dijo Ringo bromeando, lo cual era una buena señal.
-Entonces jala las trenzas para la salida.- dijo Paul mientras abría la puerta.
Todos tomaron un saco y salieron sin saber a dónde ir, era probable que se pararan en el primer lugar que les llamara la atención o sino se detendrían en cualquier lugar para ser cualquier estupidez.
-¿Que hacemos? que no tenga que ver con golpear a chicos gordos ni matar puercospines, por favor.- dijo Ringo.
-Lo del chico gordo fue tu culpa, lo del puercospín fue culpa de...- dijo John pero Paul lo corto.
-Pero fue culpa de la madre naturaleza, es una barbara, eso me lo han dicho, engaña a su esposo.-
-Oh no.- dijo George.
-Si, le di unos consejos para que no le pasara lo mismo que a mi, desde que me divorcié de la Reina no he vuelto a ser el mismo.- dijo Paul.
-Y ya no lo invita a tomar el té.- terció John.
Llegaron a un pequeño lago, se sentaron en la mera esquina, ignoraban el frío y el hecho de que el cielo comenzaba a tornarse oscuro. Se sentaron en silencio, lo cual comenzaba a aburrirlos.
John sacó del cinturón de George (a escondidas) los billetes del Monopoly, pero George giró su cabeza casi automáticamente y tomó con fuerza el brazo de John, pero él de alguna manera logro zafarse, estiró el brazo de manera que el lago quedaba debajo de él. George solo habría los ojos de una manera frenética.
-¡NOOOOOOOO! ¡No lo hagas!.- gritó George en manera de súplica.
-Jajaja. Nada me detiene para hacerlo.-
- La fuerza de mi amor lo hara.- dijo George.
Todos relajaron la postura y miraron con rudeza a George.
-Eso es lo mas nena que te he escuchado decir, y Aquaman sabe que han sido muchas.- exclamó Paul.
-¡Ayúdanos Aquaman!.- gritó Ringo.
-¡Amén!.- gritó George.
John empujó a George al lago, pero George lo tomó del brazo, de manera que los dos cayeron; Paul y Ringo se partían de la risa, Ringo empujó a Paul y el solo se lanzó al agua. El lago parecía hielo derretido, pero de todos modos lo cuatro jugueteaban.
-¡Un pato!.- gritó Paul.
-Si, un pato.- dijo John secamente.
-No, es que siempre he querido un pato.- dijo Paul.
-Pues tenlo.- dijo Ringo.
Paul se quito los pantalones y los lanzó sobre el pato, al parecer quería usarlos como una red, pero el pato tuvo buenos reflejos y nadó antes de ser capturado.
-¡TODOS TOMEN A ESE PATO!.- gritó Paul.
Todos nadaban detrás del pato, John agarró algo, pero lo soltó rápidamente al darse cuenta de que alguna extraña manera le había quitado los calzoncillos a Ringo.
-Siento unas áreas de mi cuerpo un poco mas congeladas.- dijo Ringo con tranquilidad mientras observaba como Paul y George trataban de atrapar al pato.
-Toca esa área de tu cuerpo, la que sientes mas fría.- dijo John con cara burlesca.
Ringo lo hizo así, sus ojos se abrieron repentinamente.
-¿John?.- dijo Ringo asustado.
-Dime, pequeño Ringo.-
-No tengo mis calzones.-
-Lo se, ahora sal al mundo y muestra lo que Dios te ha dado.- dijo John riéndose.  
-Dame mis calzoncillos, te juro por mi nariz que ya se me congeló todo.-
-Jajaja, era solo una bromita.- dijo John y le lanzó la ropa interior a la cara.
-No volverán a ser los mismos.-
-Demasiada información Starkey.-
A lo lejos se escuchaba como chapoteaba el agua, se veía como Paul y George hacían movimientos de triunfo, Paul tenía un pequeño bulto enredado en los pantalones.
-¡Lo tenemos! ¡Al fin tendré un pato!.- dijo Paul demasiado alegre.
Ringo y John nadaron hacía ellos. Se rieron al ver que Paul y Geroge tenían rasguños y mordidas en las caras.
-Jajajaja ¿un pato les hizo eso?.-
-Un pato muy grande.- dijo George.
-Bueno, eso no es tan vergonzoso como lo que le pasó a Ringo, a él se le congelaron...- John dejó la frase inconclusa, pues era mas que obvio lo que quería decir.
-Bueno, hay que irnos.-
Salieron del lago, congelándose y temblando, pero Paul iba sin pantalones, ya que ahí llevaba el pato. Algunas chicas que andaban por ahí se le quedaban viendo, incluso un chico lo veía de manera sospechosa.
-Wow, no sabía que mi belleza atravesaba barreras de preferencias sexuales, soy demasiado lindo para mi propio bien.- dijo Paul en tono de broma.
-Pues ya has atravesado la barrera de mi corazón.- dijo John.
-Jajajaa.- rió Ringo.


Sé que pasé mucho tiempo sin subir un nuevo cap. pero es que he estado ocupada desde año pasado, pues fui a un campamento, Navidad, Año Nuevo, psss un chorro de cosas que estaban del uno! (es que también veía la rosa de Guadalupe). Ojala les guste este cap. lo escribí en dos días. Bendiciones.
P.d: Menciono mucho el Monopoly por que era el juergo favorito de George.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Una noche estúpida y loca+cuatro chicos = Limpieza profunda

Uuuuuuuuy! Santos blue meanies! Tanto tiempo sin subir nuevo cap. pero es que he estado castigada, y pues si tomaba la compu a escondidas, pero no había tiempo de subir el nuevo cap.

Los cuatro seguían desparramados en el suelo, dormidos, casi muertos del cansancio; iban a dar las dos de la tarde, la única cosa que se movía era una mosca que se paraba en la cena de hace dos días... la casa era un desastre.
Ringo se despertó primero, el se quedó dormido en la mesa de centro de la sala, miró a su al rededor con los ojos entrecerrados, se paró lentamente y subió para tomar un ducha, el agua estaba algo fría, pero agradable, el agua lo reconfortó al instante, al momento de tallarse hacía gestos de dolor, anoche no se había percatado de que tenía algunos moretones en la espalda y pecho; terminó y fue al espejo del baño, su rostro estaba pálido, un ojo morado, un rasguño en la mejilla izquierda, y moretones en el resto del cuerpo.
-¡Que jodida!.- murmuró para si mismo.- Estúpido grasiento.- Pensó que podría usar sus golpees como marcas de valentía para conquistar chicas.
Cuando salía del baño se sobresalto por que escuchó que alguien gritaba.
-¡AAAAAAH! ¡Despiertenseeeeeeeee!.- gritó John, tenía la voz ronca que acostumbraba tener por las mañanas.
Ringo no le dio importancia y se fue a cambiar, uso lo primero que encontró, unos pantalones de mezclilla gastados y un playera negra. Bajó las escaleras y vio que John estaba sentado viendo la televisión, Paul tomaba té y George trataba de jugar solo Monopoly.
-Chicos, jueguen conmigo.- decía George.
-Nunca jugaría contigo.- contestó John.
-Bueno, ¿y tu Paul?.- preguntó esperanzado.
Pero Paul solo se limitó a señalar su taza de té. Ringo se sentó a lado de Paul.
-Fiu fiu.- silbó Paul.- ¡Que galante se ve usted Rinchard!.- dijo Paul divertido.
John volteó a ver a Ringo  y puso cara de tranquilo.
-Santa jodida que te han dado.- dijo John.
Pero Ringo solo contestó con un seco "Aja".
-La casa es una mierda.- dijo George mientras guardaba el Monopoly.
-Tu eres una pequeña mierda, y nadie te esta criticando, así que deja a la casa en paz.- dijo Paul.
-Bueno, viéndolo bien, la casa si es una mierda, un asco.- dijo John mientras observaba al rededor.
-Deberíamos limpiarla... a fondo.- dijo Ringo.
-Ah, no empieces con eso, eres mas fodonga que la tía Mimi.- dijo John riendo.
-Por lo menos hay que limpiarla... por las chicas.- dijo Ringo tratando de que cambiaran de opinión.
-Esta bien, voto a favor.- levantó la mano Paul.
-Igual.-
-Que va... hay que limpiar la casa.- dijo John con tono fastidiado.
Se pararon, y vieron todo lo que había al rededor, cuerdas de guitarras y bajos rotos, estuches, platillos de batería, una baqueta partida a la mitad, partituras de canciones, restos de comida, bolsas de té, ropa, zapatos, latas de cerveza, incluso un cartón de leche, y billetes de mentira del Monopoly de George; y eso solo era en la sala, faltaba la cocina, las habitaciones y el baño... también el patio delantero y trasero.
-Wow.- dijeron todos a coro.
Ringo fue el que comenzó, y luego los demás siguiéndole.
Ringo amontonó la ropa en un cesto, Paul tomaba las cuerdas rotas, Goerge recogía como si fuesen un tesoro los billetes del Monopoly y John tomaba las bolsas del té.
Paul observa con cuidado, con detenimiento las cuerdas rotas.
-¿Que tanto le vez a las cuerdas?.- preguntó George.
-Me pregunto que sí las siembro... crecerá un árbol de cuerdas rotas... ¿o no saldrán rotas?.- dijo pensativo.
-Suerte que eres bonito.- dijo John mientras ponía las bolsas de té en sus axilas.
-¿Y tu por que jodidos pones las bolsas de té debajo de tus axilas?.- dijo Ringo con un tono exageradamente inglés.
-Por que son de limón.- contestó John.
-¿Y...?.-
-Pues no me gusta usar desodorante, y se nos acabaron los limones... y pues el té es de limón.-
-Buena idea.- dijo Paul guardando las cuerdas en sus bolsillos.
-¿Que habrá debajo de los cojines del mueble?.- dijo George.
-Mierdas.- contesto John.
-El bigote de Hitler.- dijo Paul tocando el escaso pelo que poseía como mostacho.
-¡Ay Paul! tu ni siquiera tienes pelo en...- dijo Ringo.
-Algún día tendré barba.- dijo Paul tocándose las mejillas. 
-Pues yo creo que ahí esta las bragas de la tía de John.- dijo George.
-Mi tía no usa bragas, ella prefiere al natural.- dijo John riendo.
-¿Quien se atreve a quitar los cojines?.- 
Todos quedaron en silencio viendo el mueble, como si pudiese comerlos de un solo bocado, lo veían con repulsión y con caras curiosas.
-Yo la abriré.- dijo Paul en voz baja.
-Pero tu hermosa cara... bueno si, ve tu.- dijo la última frase mientras lo empujó John.
Paul se acerco lentamente al mueble, tomó unas pinzas de cocina y levanto el cojín a gran velocidad. Se le escapó un gritito.
-Jajaja ese es el grito mas gay que he escuchado en mi vida.- dijo John.
Paul sólo se limitó a "pelar" los ojos y le indicó que se acercara.
-¿Que? ahí esta "la cosa".- preguntó John en tono serio.
-Si.- contestó Paul con la voz aguda.
-¿Que cosa?.- preguntó Ringo parándose de puntas, pero John y Paul se pusieron frente al mueble para tapar "la cosa".
George dio un paso y arrugo la nariz y retrocedió tres pasos repentinamente.- Wow, santa mierda que tienen ahí... tenía gripe, y gracias a ese olor infernal se me ha destapado la nariz... ¡Alabados sean los olores de mierda!.- 
Pero Paul y John ignoraban todo y hablaban rápidamente pero en voz baja. 
Entre Paul y John: 
-Yo pensé que nos habíamos deshecho de "la cosa".- dijo Paul.
-Yo también... ¿y si era cierta nuestra teoría?.- dijo John echándole un vistazo a "la cosa"
-Pues han pasado una semana... yo creo que la cólera será menos, ¿no lo crees?.- 
-Tal vez, pero sí se enojan con nosotros haremos un dúo y seremos los mejores músicos de todos los fregados tiempos.- dijo John.
-Dos talentos bastan... pero.. ¿quien lo dice primero?.- dijo Paul sonriendo.
-Oh mi Paulie, mi pequeña mierda, se que estas asustado pero... yo lo diré.- dijo John tocando el hombro de Paul.
Se dieron la vuelta y tomaron una gran bocada de aire.
Entre todos:
-Bueno chicas... Paul y yo tenemos algo que decirles.- dijo John mientra reía pero de una extraña manera.
-¡JA! pagame George, te dije que si eran gays.- dijo Ringo y extendió su mano para que George le pagará.
-Esta bien.- dijo George de poca gana mientras sacaba el dinero de su bolsa.- No volveré a apostar, siempre pierdo.- 
-No, no somos gays... al menos yo, a John lo tengo bajo la lupa.- dijo Paul.
.Ay, te dije que no dijeras nada.- dijo John mientras se movía "femeninamente".-
-Bueno ya, dejen sus jotadas y digan eso de "la cosa".- dijo Ringo.
-Ah si, la cosa que íbamos a decirle es... dile John.- dijo Paul mientras le daba un codazo.
-Bueno, chicos...¿recuerdan a la mascota y al código secreto de la noche?.- dijo John.
-Si.- contestaron Ringo y George intrigados.
-Bueno... pues aquí están... los dos... uno muerto y otro vivo.- dijo Paul mientra él y John se hacían a un lado para que pudieran ver lo que había debajo del cojín.
-Ah.- dijeron George y Ringo con una extraña mezcla de desanimé, felicidad y confusión.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOO! ¿QUE LE HICIERON A "ESPINITAS SUAVECITAS"?.- gritó Ringo mientras lloraba e iba hacía el sofá y tomaba con delicadeza a  "la cosa". "La cosa" era un puercoespín... bueno, al menos eso era, tenía un olor infernal, la piel aguada y comenzaba podrirse.  Ringo lloraba como un niño, sus enormes ojos azules se llenaban de lagrimas, y la nariz se le tornaba de un tenue rojo.
-¿Como es que paso esto?.- dijo Ringo sollozando. 
-Ammm.- Paul hacía ademanes.- Bueno, Ringo, mi pequeño Richard, pues son cosas de la vida... y la vida se acaba... y eso le paso a Espinitas Suavecitas, mejor conocido como Agujitas.- tartamudeaba mucho, y ponía mirada de compasión, pero sus labios revelaban una leve, muy poco, una sonrisa burlona que no debía ser notoria.
-¿Como murió?.- dijo Ringo sollozando aún.
George pensó que esto se ponía bueno, así que fue por una cerveza y se sentó en el suelo a observar todo.
-No seas tonto, alguien vivo tiende a morir, y pues tu cosa esta muerta.- dijo John en tono burlesco pero con la esperanza de que Ringo sonriera. 
-Específicamente... me refiero, por lo menos quiero saber cuando.- dijo Ringo recuperando la voz.
John le quito el animal, y lo cargo con repulsión, se le quedo viendo, lo toco, lo olió y lo devolvió a Ringo.
-Pues, según yo y mi memoria... fue hace... como... una semana, tal vez una semana y media.- dijo John.
-Ah si, lo recuerdo.- dijo Paul perdiendo la vista con aire soñador.
Flashback:
Paul y John corrían por toda la casa a gran velocidad si motivo alguno, Ringo y George no estaban. 
Entraron a la sala jadeando por que llevaban mucho rato corriendo.
-¡Uy! Eso si estuvo bueno.- dijo Paul.
-No, eso si que es no tener nada que hacer.- dijo John secando el sudor de su frente.
-No, eso si que es raro.- dijo Paul, al parecer dijo eso por que los dos estaban en ropa interior, Paul con un sombrero de pirata, John con un bigote falso, y que eran las dos de la mañana y corrían al rededor de la casa sin motivo alguno.
-Te garantizo que no será la mas grande estupidez.- dijo John rascándose el trasero. 
-¿Que? ¿Se esta sacando la "galletita" señor Lennon.- dijo Paul con una sonrisa burlona. 
-¿Eh?.-
-¿Que si te estas sacando el calzón que se te ha atorado en el trasero?.- contestó Paul.
-¡Oh! La Reina estaría avergonzada de usted señor McCartney.- dijo John haciendo mas notorio su acento inglés.
-Oh, lo se, por eso nos hemos divorciado.- dijo haciendo lo mas exagerado su acento inglés.- Ahora ya no quiere tomar el té conmigo.-
-Oh, que atrevimiento de parte de ella.- dijo John.
-Son las 2:37 a.m.- dijo Paul consultando su reloj.- Osea que que no es de noche, es de mañana, entonces, ¿hacemos lo del código de la noche?.-
-Ammm, pues no lo se, es que considerablemente si es de mañana, pero yo siempre he dicho, "si esta oscuro es de noche" pero no se si hacerlo.- dijo pensativo John.
-Yo creo que si hay que hacerlo.-
-Que va... hagamaslo.-
-Bueno, paso número uno: salir a la calle y acortejar por cinco segundos a una chica.- dijo Paul volteando los ojos, como si eso lo fuese  ayudar a recordar con mas tranquilidad.
-Amén, así se ha escrito.- dijo John.
Salieron, y los dos pensaron que hacía mas frío de lo que tenían pensado. Saltaron la cerca y caminaron para ver si encontraban un chica para "cortejarla" durante cinco segundos, pero la regla era que no podía ser la misma chica, y para suerte de los dos pasaron dos chicas muy lindas.
John le dio un codazo a Paul y le señalo con la cabeza a las dos chicas.
-Yo escojo a la rubia, tu quédate con la castaña.- dijo John despeinando su propio cabello.
-No hay problema.-
Caminaron hacia ellas, pero ellas se rieron cuando los vieron. John rodeó a la rubia con su brazo y Paul se pusó frente la castaña.
-Hola linda.- dijo John mientras Paul se ponía a contar hasta el cinco.
-AAAAAAAAAAAAAh!.- gritaron horrorizadas las dos chicas a coro y la rubia saco una lata de laca y baño a John y a Paul de eso en los ojos.- Son unos locos.- dijo mientras corría y gritaba con voz aguda.
Paul y John chillaban de dolor, pues la laca era mas intolerable de lo que parecía, se tallaban los ojos y si tiraban en el suelo.
-¡Que mierdas ha sido eso! ¿por que lo hicieron?.- dijo John.
-Oh oh.- dijo Paul y rió exageradamente.- Es que....- reía.- estamos...jajajaj estamos... jajaja John, es que... jajajaja... estamos en ropa interior.- dijo sin poder contener la risa.
John miró a Paul y luego a él mismo, y lo que único que pudo hacer fuer tirarse de la risa junto con Paul; se rieron de si mismo durante diez minutos y se fueron corriendo como locos a la casa, no por pena a que los vieran en ropa interior, sino por que jugaban, irrumpieron en la puerta y brincaron por todos los muebles.
-¡Infierno ensangrentado!.- aullaron los dos de dolor.
-Siento espinas en mi trasero.- dijo Paul.
-Igual.- dijo John y le dio la vuelta a Paul para comprobar si tenía espinas en el trasero y como si tenía se las sacó con las pinzas de la cocina, y así mismo lo hizo Paul con John.
-¿De donde salieron esas espinas?.- dijo John.
-NOOOOOOOOOOOOOOOO.- gritó Paul.
-¿Que?.-
-Aplastamos a Espinitas.- 
-Hay que buscarlo.- 
Lo encontraron en el mueble, inerte, y con menos espinas.
-Extrañare a ese maldito bastardo.- dijo John.
-Ringo nos matará.- dijo Paul.
Escucharon la voz grave de Ringo, luego el dos portazos seguidos de un carro... George y Ringo habían llegado.
-No no no nonono, escóndelo... ¿pero donde?.- dijo John.
Escucharon el sonido de unas llaves.
-Debajo del cojín del mueble.- lo metieron y subieron a toda velocidad a sus habitaciones.
Devuelta del flashback.  
-Ammm, pues se murió de viejo.- mintieron los dos. 
-Oh, pero si solo tenía medio año.-contestó Ringo.
-Pero el cigarro acaba mas rápido con las vidas.- dijo Paul.
-Bueno, hay que hacerle un funeral.-


Bueno eso es todo.

martes, 23 de noviembre de 2010

Cap. 2: El sacrificio de John y la nariz indestructible de Ringo.

Si la terminaré.

John caminó hacia la barra para ir con la camarera, trataba de poner cara de galán, también trataba de relajare la postura; como vio que la camarera no estaba, se sentó en un banco de la barra para esperarla.
En la mesa:
Los tres chicos observan a John.
-¡Rayos! Esta noche no habrá tragos gratis... la va a cagar.- dijo George sin perder de vista John.
-Esto no hubiese pasado sí yo me hubiera encargado de esto... la chica tiene mal gusto.- dijo Paul que le dio un sorbo a la bebida.
George y Paul giraron, dejaron de ver a John, comenzaron de hablar de otros temas. Ringo no dejaba de murmurar para sí mismo y no dejaba de tocar su nariz, hacía cálculos con los dedos... y tocaba su nariz, la tocaba como sí estuviese probando su resistencia. Paul y George se percataron de esto.
-¿Por que tocas tanto tu hermosa y respingada nariz?.- dijo George.
-¿Tienen vida propia? es que es taaaaaan grande que podría tenerla.- dijo Paul.
-No, no es eso, es que... bueno, el chico gordo me golpeo tres veces la nariz... muy fuerte... en una creo que agarro un tubo para hacerlo... y pues... ¡a mi nariz no le paso nada!.- dijo Ringo con un tono soñador y feliz, pero sonaba confundido.
-¡JA! te to dije George, me debes 14 libras esterlinas.- dijo aul alegre y golpeó el pecho de George con su codo.
-¡Rayos! debí hacer apostado a favor de la nariz.- 
-Paga Georgie.- dijo Paul con una sonrisa complaciente.
Revisó en su bolsillo, en los bolsillos de atrás y delante, en el bolsillo de la camisa y hasta en el zapato, pero no había nada, al percatarse de eso sonrió esperanzado para que Paul lo entendiera.
-Te pagaré en cuanto nos paguen en el club... ¿si? es que no pensé que nos daríamos cuenta tan pronto.-
-Ok, yo tampoco pensé que sería tan pronto... pero en cuanto nos paguen eh!.-
-A ver ver ver, ¿de que es su apuesta?.- preguntó Ringo.
-Es que hace tres semanas estábamos observando, bueno solo Paul lo vio, y me dijo que al parecer ni mil soles podrían vencer a tu nariz, dice que se dio cuenta cuando John te pego por accidente con su guitarra, y ni siquiera un rasguño te salio.- dijo George divertido.
-¡Amén! así fue, y yo le dije a George " a cuanto que la nariz de Ringo es indestructible" y el me dijo: "no, solo es grande y fea" y yo le dije: "en serio, es inmortal"  y el me dijo: "demuéstralo" y fue cuando te pegué con el tablero de Monopoly en la nariz (y por eso George me golpeó) y luego Goerge me dijo "eso no prueba a nada, a cuanto que solo es grande" y yo le dije: "¿cuanto apuestas?" y el me dijo: "14".- contó rápido Paul.
Ringo puso cara de asombro y espantado, medio giro la cabeza y oculto su nariz con la mano, acerco su cabeza hacía ellos y hablaba en voz baja, pero hablaba como para que su nariz no fuese a escuchar nada.
-¿Como se atreven de hablar de eso a sus espaldas? ella es muy delicada en cuanto a sus sentimientos.- dijo Ringo sensible.
-Ammm ¿que? ¿quien estas diciendo que es muy sensible?.-  preguntó con curiosidad Paul.
-"Ella".-
-¿Quien es "ella".-
-¡Mi nariz! ¿de quien mas podría estar hablando?.- dijo Ringo como si fuera lo mas obvio del mundo.
-Eso es lo mas ri...- 
pero todos giraron al escuchar un grito que al parecer venían de la camarera, le estaba dando un cachetada a John, John vino corriendo rápido hacía ellos.
-¡Agarren sus bebidas, agarren sus bebidas y corran!.- dijo John apurado.
Todos obedecieron al pie de la letra, los guardias de seguridad y la camarera iban detrás de ellos. Corrían a toda velocidad, tapaban sus bebidas para que no se derramara, al fin salieron del bar al gran velocidad, perdieron a los guardias de vista y fueron a la plaza.
- No es bueno que las personas golpeen a The Beatles, es de mala educación.- dijo George jadeando.
-Eso estuvo cerca... hubiesen sido dos veces en una noche.- dijo Paul mientras bebía.
-¿Que hiciste John?.- preguntó Ringo
-Creo que esta empezando a salir caspa.- contestó John preocupado.
-Me refiero ahora.-
-Ah, pues, traté de conquistarla para tener las bebidas gratis... pero tal vez dije algo mal, creo que la ofendí.- 
-¿Que le dijiste?.-
-¨Pues espere que regresara, es que soy todo un caballero, y pues ella llegó y me guiñó un ojo, y yo le regresé el guiño, y le comencé ha hablar, traté de usar mis encantos masculinos, luego le dije "tu bigote me atrae mucho, ¿cuanto tiempo te lo has dejado crecer?" le pregunté eso por que era inevitable no verlo, tenía mas pelo del que Paul podrá tener en su vida, y ella me dijo: "¡Como te atreves!" y yo le dije: "Calla, que solo quiero sentir el vello de tu bigote en mis labios" pensé que era una buena frase, y ella contestó: "lárgate" y yo le dije "no, no arruines lo nuestro, es algo tan hermoso y de tantos años... matame, pero no me dejes nena, no hay otra chica con un mostacho como el tuyo" y ella me dio una cachetada, y le dije "pero por lo menos dame los tragos gratis".y me respondió que no. Y como no me quería ir con las manos vacías les dije que tomáramos las bebidas y escapáramos.-
-¿Solo por eso nos persiguieron?.- pregunto Paul.
-Bueno, es que también tuve un problema con los guardias. Les coqueteé a ellos también, pero ellos no fueron los suficiente para mi, les pregunté que a que horas van por el pan... pero fue en vano, y yo creo que no les gusto que  les dijera eso.-
-John, eres la persona mas irreverente del mundo, ¿lo sabías?.-  dijo Paul.
-No, eso no es cierto, eres estúpido, tu no conoces a todo el mundo.- contestó John.
Tomaron lo poco que quedaba de sus bebidas, había muy pocas personas en la plaza, la mayoría de ellas "parejitas".
-Quiero molestar a alguien... vamos Paulie.- dijo Ringo
-Ok, vamos a molestar a lo es que están allá.- fueron hacía donde esta un pareja de jóvenes, se estaban besando en una banca, Ringo y Paul se pusieron detrás de ellos.
-¡Uh! ¿por que engañas a mi amigo en "esa".- dijo Paul, la chica se separo rápidamente de él.
-¿Que?- preguntó la chica.
-Si, engaña a mi amigo... ¡eres un bastardo! el te quiere mucho.- dijo Paul metiéndose se en su papel.   
-No, mi amor, no es cierto, en mi vida lo he visto, no le creas.-
-¿Por que me engañas? yo te quiero mucho.- dijo Ringo
-¿Quien eres?.- preguntó el chico a Ringo.
-El que mas te quiere... pero ya no más.-
-Eres un asqueroso bastardo.- dijo la chica.
-No, no es cierto... se la creyeron.- Paul y Ringo rieron y chocaron las manos.
-Pero amigos, si siguen así... ella puede quedar embarazada y luego morirá... los adiós.- dijo Paul y se fueron hacía dónde estaban John y Goerge que hablaban sobre los nuevos punteos de guitarra que pueden hacer. 
-Johnny, chico guapo, chico de ningún lado, serías tan amable de darme la hora.- dijo George.
-Bueno, según la posición que tiene la luna.- chupó su dedo.- y la fuerza de aire... yo calculo que son como las... gran idiota no tengo reloj con quince minutos.-
-Son las 4:25 a.m.- dijo Paul.
-Somos unos vagos que tocan de noche... no tenemos  horario, ¿se quieren ir a casa o se quieren quedar a hacer otra cosa que no involucre que nos golpeen.- dijo Ringo.
-Yo voto por una cosa mas y ya.-
-Igual yo.-
-Amén.- dijo Paul
-¿Pero que cosa podemos ha hacer?.- dijo Goerge.
-No piense, solo háganlo.- dijo John.
John se fue corriendo a toda velocidad al rededor de la plaza mientras gritaba: "los duendes de Santa en braga", Ringo se metió a la fuente para bañarse, Paul se metió a la fuente y después se subió a un árbol por dijo que iba a hacer su "nido de amor", y George brincaba de banca y decía a las personas (incluyendo chicos) que tuvieran cuidado con el embarazo. Estuvieron haciendo eso como media hora, cualquier cosa que hacían era rara y loca.
Ya eran las 5:15 a.m, los chicos estaban cansados, mareados y golpeados; el sol comenzaba a salir el sol, y no querían ir caminando a casa, así que se subieron al techo de una para de autobús, pasó el autobús y subieron tres personas que lo esperaba, pero ellos se subieron al techo del autobús (el chófer no se dio cuenta por que el autobús es de dos pisos) iban bien sostenidos del techo, cerraban los ojos por que el viento frío de la mañana los golpeaba en la cara. Llegaron a una cuadra de su casa, se fueron saltando hasta la casa, se metieron por la ventana y se desparramaron rápidamente en el suelo de la sala, y quedaron dormidos.

Bueno, eso es todo lo que tengo por hoy, trataré de mejorarlos... la idea del autobús la saqué de la película "Nowhere Boy" John solía hacer eso junto con Pete Best.
P.D: no coman carne y abracen a una vaca.
Beatles & ice cream.