viernes, 17 de septiembre de 2010

Cap. 4

John llegó veinte minutos antes de la hora indicada, él solo lo hizo para ser educado, pero sobre todo caballeroso. Él no entro a la heladería, se quedo afuera para esperarla, se sentó en el suelo y revisó que su mochila y sacó su cuaderno, se puso a dibujar "muñecos sin coherencia" (N/A olvidé mencionarlo, John siempre, bueno en mi historia, lleva una mochila sucia).
Pasaron diez minutos, ya faltaba poco. "Mierda, mejor me paró, no quiero que me vea sentado como indigente" pensó John mientras se paraba.
John se paró y vio hacia el otro lado de la calle... ahí venía ella, con su amiga. Cruzaron la calle y llegaron dónde John.
-Hola- dijo John mientras concentraba sus ojos en ti. 
-Ho-hola- dijiste torpemente.
-Bueno, ya me voy, solo pasaba por aquí- dijo Denisse, se despidió de beso de John, y luego hizo como sí se despedía de ti, pero te murmuró "Tranquilízate, puedes hacerlo mejor". Y se fue cantando alegremente.
-¿Te parece si pasamos, o quieres ir a otro lado, Michelle?- dijo John haciendo énfasis en la última palabra... tu nombre.
-Oh, pues comemos y después vamos a caminar, ¿te parece?- dijiste con tanta naturalidad que te sorprendiste de ti misma.
-Bueno, adelante.- abrió la puerta para que pasaras primero. -¿En que mesa quieres sentarte?
-En la penúltima esta bien.- dijiste, recordando que en esa mesa estabas sentada cuando lo conociste.
-Buena elección, es ahí cuando te vi por primera vez.- dijo John mientras los dos caminaban hacía la mesa, jalo tu silla para que te sentaras, y después se sentó él frente de ti.
La camarera fue y pido su orden.
-Buenas tardes, ¿que desean ordenar?- dijo servicialmente.
-Ordena tu primero, Michelle-
Viste el menú. -Bueno, solo quiero unas papas fritas grandes, y una malteada de chocolate, por favor- dijiste sin pensarlo.
-Ammm, yo quiero una hamburguesa con papas fritas, un helado de vainilla, y un refresco grande de cola.-
-Enseguida traigo su orden- dijo la camarera mientras se iba a atender a otra mesa.
 -Bueno, Michelle- dijo John y suspiró, después se quito la mochila sucia de los hombros.
-Si, John- te sentiste rara al decir su nombre de cara a cara.
-Aquí estamos los dos, ¿quieres que hable toda la cita? ¿iniciamos una conversación? ¿quieres que te escuché hablar? o podemos callarnos, por que la verdad, puedo pasar toda la tarde viéndote.- dijo John con los ojos inyectados de tranquilidad y ternura.
"¿Que le digo" pensaste, es que no esperabas que él dijera eso, en especial la última frase, esa quedo retumbando en tu cabeza.
-Podríamos que...- para tu suerte en ese momento llegó la camarera con su orden.
Colocó la comida en la mesa -Aquí esta su orden- dijo la camarera amablemente.
-Gracias- dijeron los dos.
-Así... ¿que me decías?- dijo John mirándote directamente a los ojos.
-Ah si, bueno, podríamos hablar de las cosas que nos gustan hacer, para conocernos mejor.- dijiste mientras jugabas disimuladamente con tu cabello.
-Esta bien Michelle, no quiero ser el tema de conversación en este momento, así que yo te preguntaré.- dijo y mordió un papa frita.
-Pregunta, yo respondo.- Le diste un pequeño sorbo a tu malteada y lo viste a los ojos.
-Ok. ¿Que es lo que mas te gusta hacer?- preguntó relajadamente, pero aún así tenía mirada de concentración.
-Pues, me gusta tocar el bajo y la guitarra, y también dibujar.- ninguna de esas cosas las decía para impresionarlo, pues todo eso era verdad.   
-Una chica música, eso me gusta.- dijo y sonrió traviesamente, como si tuviera cinco años. - Yo también toco.-
-Ah si, cuando te vi tenías un estuche, creo que de guitarra ¿no?-  dijiste recordando todo perfectamente.
-Ah, si ese día la traía.-dijo con un tono algo avergonzado.
-John...¿te puedo preguntar algo?- dijiste tratando de sonar relajada.
-Ya me hiciste un pregunta... pero descuida, puedes hacer otra.-
-Bueno, la primera vez que te vi, y Denisse fue contigo... ¿que te dijo?.- suspiraste en la última palabra mientras desviabas la mirada hacia la ventana.
-Ella me dijo que eras su amiga, y que iba a hacer algo que tu querías, y al final me preguntó si quería salir contigo.-  lo dijo sin pena alguna... y eso te pareció atractivo.
Terminaron de comer y John pagó la cuenta, hiciste tu lucha para pagar por lo menos tu parte, pero el insistió como buen caballero.
-¿Te parece sí salimos a dar la vuelta al parque?- dijo seductoramente, pero al mismo tiempo dedicaba una sonrisa traviesa y misteriosa. 
-Si, vamos.- John se paró primero para jalar tu silla, tomó su mochila y abrió la puerta para que salieras.
John cayó en el primer escalón, el solo dijo "Auch".
Lo ayudaste a pararse y lo tomaste de los hombros, y sus miradas se conectaron mas de lo necesario.
-John ¿estas bien?- dijiste con tono de preocupación.
-Si si si, no fue nada, es solo que soy un ciego sin mis anteojos.- dijo irritado.
-Úsalos, no quiero que te atropellen al cruzar la calle.- dijiste con unos ojos tiernos.
-Esta bien, pero es que odio usarlos.- buscó en su mochila, se escuchaba como sí tuviera infinidad de cosas ahí, buscó y buscó... y al fin los encontró. Se los puso, y cerro fuertemente los ojos por tres segundos.
-Listo, ahora soy la identidad secreta de Super John jajaja- dijo en tono de broma mientras hacía como si fuera a volar.
-Jajajajaja, ¿y al Super John no le duele la rodilla?- dijiste viendo (obviamente) su rodilla.
-¿Eh? ¿Por que tendría que dolerme la rodilla?- la vio, la sangre traspaso la mezclilla de su pantalón, la mancha abarcaba un poco mas que la rodilla. -Oh, ¡mierda! pensé que no me había pasado nada.-
-¿Quieres quedarte aquí, o vamos al parque a revisarte?- preguntaste sin dejar de ver la mancha de sangre.
-Vamos al parque, en mi mochila tengo todo lo necesario... soy mas eficiente que "Dora la Exploradora" ¿No lo crees? Jajaja.- dijo mientras los dos cruzaban la calle para llegar al parque que estaba en frente de la heladería.
Llegaron y se sentaron en las bancas que estaban a lado de la fuente.
-Dijiste que tenías cosas para la herida, ¿me las puedes prestar?- 
-Ah si, solo deja las busco en mi "Barnie-bolsa" jajaja- busco, pero esta vez tardó menos. Sacó una venda, desinfectante, alcohol y algodón.
-Vaya ¿por que tienes tantas cosas? parece un botiquín- dijiste mientras abrías el alcohol.
-Bueno, resulta que soy una persona bastante torpe.- se dobló el pantalón un poco mas arriba de la rodilla. -Haga lo suyo enfermera jajaja.-
-Te pondré alcohol, así que dolerá.- pusiste cara de asombro cuando viste la herida, para haberse caído de un escalón, la herida era muy fea; tendría mas profundidad de lo que pensabas y era muy ancha.



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